La alocada carrera hacia adelante que está registrando el transporte aéreo en Ibiza en los últimos tres años tiene muchas consecuencias: entre ellas provocar una sobrepoblación turística durante los meses de verano, hasta dejar en evidencia el arduo trabajo de los técnicos de Aeropuertos Nacionales y Navegación Aérea (AENA) que elaboraron el Plan Director del Aeropuerto de Ibiza, cerrado en noviembre de 2010.

Ese estudio, que es una recomendación, se elabora para todos los aeropuertos españoles de la red de AENA y, tomando como referencia todo tipo de parámetros (sociales, económicos, de urbanismo e incluso gestión del medio ambiente...) pretende ser una guía para sus gestores, para prepararles ante posibles vaivenes del transporte aéreo, en este caso con una previsión de una década, y adoptar medidas en cada caso.

En el análisis del tráfico para Ibiza, el Plan Director del Aeropuerto contempla tres posibles escenarios, de menor a mayor importancia según las previsiones. Así, el de mayor entidad, denominado ´escenario alto´, contempla el posible tráfico de pasajeros en el supuesto de que todos los parámetros analizados alcanzaran sus topes de desarrollo.

Esto es, contemplaba, literalmente: «Crecimiento de los alojamientos turísticos de un 0,5% a corto plazo, disminuyendo hasta un 0,1% en 2020. Crecimiento del PIB del 2,7% hasta 2020. Crecimiento del PIB del Reino Unido [principal emisor de turistas hacia Ibiza] del 2,5% a muy corto plazo, con expectativas de ralentización a largo plazo. Se considera una disminución de la estancia media, que se vería reducida a seis días».

Casi aciertan...

Casi acertaron, al menos al principio. De hecho, para ese año de 2010 se preveían 4.983.815 pasajeros y finalmente llegaron 5.040.800. Pero esta primera diana era un espejismo. Para hace dos años se fijaron como tráfico máximo un total de 6.035.789 viajeros, y finalmente 2015 se cerró con 6.447.283. La diferencia resultante, 411.494 personas, representa uno de los mayores crecimientos anuales registrados en la terminal desde 2004.

Y finalmente, el salto al vacío. En este ´escenario alto´, AENA esperaba que la terminal gestionara 7.087.763 viajeros en 2020. Esa cifra ya se ha superado, y con holgura, en 2016, que se cerró el pasado 31 de diciembre con un saldo de 7.416.368 pasajeros. En consecuencia, la previsión más alarmista de los técnicos de AENA se ha superado cuatro años antes de lo previsto. Y eso en el escenario más atrevido.

Han cambiado varias cosas desde 2010. O mejor dicho, los técnicos no tuvieron en cuenta algo que también ha cogido por sorpresa a la mayoría en Ibiza: el espectacular incremento de los alojamientos turísticos en viviendas particulares, que ha disparado la llegada de viajeros a Ibiza tanto por aire, como por mar.

La influencia de esta oferta en Ibiza es tal que los hoteleros calculan que pone en el mercado cerca de 50.000 plazas turísticas.

Acertaron en la estancia media, porque efectivamente los turistas cada vez pasan menos días en las islas. Esta tendencia provoca que roten más en los hoteles, esto es, que las habitaciones, tanto legales como alegales, se alquilen a más gente en el mismo plazo de tiempo.

Porque en el ´escenario medio´ se preveían para 2020 5.670.210 usuarios en la terminal, una cifra que casi se igualó un año después de elaborarse el informe, en 2011, ya que ese año 5.643.180 llegaron y salieron de Ibiza en avión.

El ´escenario medio´

Este mismo ´escenario medio´, que en teoría debería ser el que más se acercara a la realidad, contemplaba para 2015 una demanda de tráfico en Ibiza de 5.124.505 viajeros, una cantidad que si bien es superior a la que se registró el año del informe (2010), se vio ampliamente superada un año después: 2011 acabó con un total de 5.643.180 pasajeros.

Las previsiones del ´escenario bajo´ resultan impresionantes, pero por lo timoratas que resultan vistas en perspectiva. 4.725.175 usuarios del transporte aéreo en Ibiza en 2020, un resultado que se superó el mismo ejercicio en que se elaboró el informe, una década antes.