Hacer de «centinela» y «estar alerta ante la aparición de posibles problemas» cuando un paciente de las Pitiusas tiene que desplazarse por cuestiones médicas. Ésas son las funciones principales de la enfermera de enlace, la figura con la que Ana María Ribas Ahumada, enfermera del Área de Salud de Ibiza y Formentera, ha ganado la segunda edición del Concurso de Ideas de la Unidad de Seguridad del Paciente.

Fue, con diferencia, el proyecto más votado de los trece que se presentaron a la competición. Recibió puntos de los cuatro miembros del jurado: Joaquín Álvarez, jefe de Medicina Intensiva del Hospital de Fuenlabrada (Madrid); María Cruz Martín, jefa de Medicina Intensiva del Hospital de Torrejón de Ardoz (Madrid); Blanca Obón, médico especialista de Medicina Intensiva del Hospital Clínico Universitario Losano Blesa (Zaragoza), y Ángela Alonso, médico de Medicina Intensiva del Hospital de Fuenlabrada (Madrid).

«La idea surgió a raíz de los traslados familiares a Palma», explica Ribas Ahumada, que en estos momentos está dedicada a la labor sindical. La enfermera señala que, en estos desplazamientos sanitarios, en ocasiones se producen «errores de comunicación» que pueden tener como consecuencia que se dupliquen las pruebas diagnósticas encargadas por los médicos o que a un mismo enfermo se le cite, por ejemplo, tres veces en la misma semana en Mallorca para diversas pruebas, procedimientos o consultas. «No ocurre siempre, pero a veces sí», matiza la ganadora, que explica que, precisamente, una de las funciones de esta enfermera de enlace sería, en este caso, concentrar todas las citas en un mismo día.

Desigualdad entre pacientes

«Hay que ser más flexibles», opina la profesional, que recalca que esta trabajadora se encargaría tanto de los pacientes de las Pitiusas que deben ir a Mallorca o a la Península, como de los de Formentera que deben acudir a Ibiza. Una de las funciones principales, sin embargo, será la de evitar que estos usuarios sufran la «doble lista de espera». Es decir, que después de aguardar en la lista de espera de Ibiza tengan que hacerlo también en la de Mallorca, lo que significa que se demora la atención. «Al derivar al paciente fuera del área de salud, éste entra en una nueva lista de espera o un segundo filtro o debe empezar de nuevo desde cero para realizarse pruebas diagnósticas, cirugías y poder acudir a citas con el especialista en el destino. Esto genera desigualdad entre los habitantes de Balears», explica en la propuesta que presentó al concurso.

Ribas Ahumada explica que el hecho de tener que viajar por cuestiones médicas genera «desgaste físico y mental». Situación que se agrava en el caso de pacientes «pluripatológicos, de edad avanzada» que no tienen familiares y sufren enfermedades incapacitantes o limitantes, de manera que no se pueden valer por ellos mismos y «necesitan ayuda para realizar todos los trámites previos y posteriores al desplazamiento». Para ellos, esta figura sería especialmente importante.

La enfermera destaca que contar con esta profesional no sólo ahorrará «malestar, impotencia, cansancio, enfrentamientos familiares y agravamiento de enfermedades crónicas» sino también recursos económicos a la sanidad pública. Ribas Ahumada ha hecho cuentas: un viaje a Palma cuesta 92 euros por persona y se realizan unos 4.500 anuales, lo que supondría un gasto de alrededor de 412.000 euros sólo en desplazamientos, sin contar las dietas. De manera que si se concentran los desplazamientos en un solo día «disminuye el coste y este dinero se puede destinar a otros servicios para estos pacientes». La enfermera calcula que podrían unificarse hasta el 20% de los desplazamientos, lo que, según estos datos, implicaría reducir el gasto en vuelos en más de 80.000 euros anuales.

Atención continuada

Otra de las funciones de esta figura sería garantizar la atención continuada de los pacientes desplazados: «Le hacen al paciente una colostomía en Palma y en Ibiza no le ve el cirujano ni le hace el seguimiento la enfermera estomaterapeuta». La ganadora del concurso matiza que la enfermera de enlace del área de salud no realizaría las mismas funciones que en este momento desempeña la enfermera de desplazados que ahora existe en el hospital de referencia de la Comunitat, Son Espases.

Además, defiende que debe ser una enfermera la que se encargue de esta labor y no otro profesional: «Tiene conocimientos sanitarios y acceso a la historia clínica, domina el trato holístico, se ocupa del bienestar físico y mental y no de una sola parte del paciente y también se ocupa del paciente, su familia y su entorno».

De momento, el Área de Salud de Ibiza y Formentera aún no ha decidido si pondrá en marcha la idea ganadora del concurso. Ribas Ahumada destaca que el coste de contratar a esta enfermera durante todo un año es muy inferior a lo que, según los cálculos elaborados para el concurso, se ahorraría el área de salud.