A lo largo del año pasado se confirmó que los robos en casas de campo son un auténtico problema para la isla. Tanto es así que algunos vecinos de zonas rurales optaron por crear sus propias patrullas de vigilancia. Por su parte, la Guardia Civil destinó cuatro agentes a lucha contra este tipo de delincuencia, el equipo Roca (Robos en el Campo). Pese a todo, a lo largo del año se registraron centenares de robos en viviendas aisladas.

Tan sólo entre el 20 de mayo y el 1 de junio, unas veinte personas interpusieron denuncias por robos en sus viviendas. Los robos se han producido en toda la isla, principalmente en zonas rurales de los municipios de Sant Josep, Santa Eulària, Sant Antoni y Sant Joan.

En muchas ocasiones los robos se produjeron cuando no había nadie en el interior de las casas. Sin embargo, también se registraron muchos casos en los que los moradores estaban en el interior, en algunas ocasiones durmiendo. Se cree que algunos ladrones emplearon gases soporíferos con el fin de mantener dormidos a los habitantes de las casas.

Se llegó a dar el caso de un robo en Santa Gertrudis en el que un hombre entró en una casa cuando en el interior había un niño de 12 años al que amenazó de muerte con una azada. El hombre fue arrestado, ingresó en prisión y fue condenado.

La situación alcanzó tal grado de alarma que se creó una Plataforma de Afectados por los Robos que cursó una denuncia formal ante el Defensor del Pueblo en la que se mostraba el sentimiento de indefensión de los residentes en casas de campo.

Los agentes del equipo Roca ofrecieron conferencias a lo largo de todo el año a los vecinos en las que les dieron consejos sobre cómo actuar. Los vecinos, organizados en patrullas, crearon una base de datos con matrículas de vehículos sospechosos, información que facilitaron a la Guardia Civil.

La colaboración ciudadana funcionó. En algunos casos los vecinos llegaron a hacer huir a los ladrones. En otros, facilitaron la información necesaria para que la Guardia Civil arrestara a los presuntos responsables de los robos.

Fue el caso de un presunto ladrón que, en el municipio de Sant Josep, tuvo que huir al verse sorprendido por un vecino que avisó a la Guardia Civil. El Área de Investigación de Sant Antoni consiguió detenerlo.