Ana Martínez contempla con satisfacción el belén de la parroquia de Sant Pau. Tiene ante sus ojos el resultado de muchos meses de planificación y horas y horas de trabajo que ha compartido junto a Araceli Sánchez, José Pérez y Miguel Martínez, el pequeño equipo de belenistas de este templo.

«Cuando empezamos a hacer el belén hace siete años no teníamos nada. Poco a poco, con cajas de cartón y mucha imaginación comenzamos a darle forma y cada año hemos ido añadiendo escenas, con todos los elementos hechos a mano», relata.

«Aprendemos técnicas de belenismo en Internet, ayudados con tutoriales de todo tipo», explica Martínez, que apunta además que recurren a la fuente principal para estos casos: la Biblia. «Este año, por ejemplo nos hemos inspirado en el versículo: ´Mi reino no es de este mundo´», añade. Por eso han dado un gran protagonismo al campamento romano y a su presencia en Israel por entonces, para subrayar así el contraste entre ese reino de poder y guerra frente a la pacífica llegada al mundo de Jesucristo.

«Buscamos sobre todo que sea un belén catequético, es decir, que las catequistas puedan venir con los niños y niñas antes de las vacaciones de Navidad y darle vida al Belén mostrándoles las escenas de la Biblia que están aquí representadas», matiza la belenista aficionada, que añade que «todo belén tiene que tener tres escenas obligatorias: su anunciación a los pastores, el misterio (Jesús, María y el niño en el portal) y los Reyes Magos». Pero ahora el niño no aparece en el portal «porque se pone a partir de la Nochebuena para respetar la narración de la Biblia», aclara.

La planificación de este belén comenzó en mayo. «Ya entonces pensamos qué queremos hacer este año, qué nos falta, qué se nos ha roto, qué hay que mejorar y qué vamos a cambiar», explica Ana Martínez.

Pero no es nada farragoso. «Al contrario, es un privilegio hacer esto, es una delicia porque vives de verdad las fiestas de la Navidad. En mi casa desde mayo es Navidad», asegura Martínez muy sonriente.

El sacerdote Juan Antonio Agud bendijo ayer la representación del Belén y tanto él como el párroco Juan Souza alabaron con gran entusiasmo la labor de los belenistas que «han trabajado horas y horas incluso en días festivos».

El belén de Sant Pau es uno de los cuatro que se inauguraron ayer en Vila y que figuran en el programa de fiestas del Ayuntamiento.

La ruta de los belenes puede comenzar en Sant Pau y seguir por Santa Creu, donde el visitante se encontrará el belén más sencillo de los cuatro, situado a la izquierda del altar (visto de frente). Varias figuras clásicas de gran tamaño representan las escenas esenciales del Belén sobre una tela blanca.

El recorrido prosigue por el belén de Sant Elm. Como cada año, es uno de los más trabajados. Un cartel informa a los feligreses y visitantes de que se trata de un Belén costeado «por la generosidad de los feligreses de la parroquia y de los visitantes» y que ha contado con la ayuda técnica y material de la comisión de fiestas del Ayuntamiento y de los operarios de Vila. La creación artística «ha estado a cargo de José Luis Maeso», según indica la información de Sant Elm. Este Belén está profusamente decorado con musgo y vegetación y en él destacan varios elementos como una cueva muy lograda, además del gran castillo de Herodes, la cuidada iluminación y una cascada que cuenta con agua corriente.

La ruta puede terminar en el belén de Sant Pere, en la iglesia del Convent. Este hará las delicias de los más pequeños gracias a la gran cantidad de imágenes en movimiento que luce: el panadero que introduce una hogaza en el horno, el herrero en la fragua, el lavadero de ropa con agua corriente, el molino con aspas que giran, los labradores que recogen la cosecha y hasta un gran lago con agua donde un pescador lanza su anzuelo.

Sant Pau abre de lunes a sábado de 18 a 20.30 horas y el domingo de 11 a 13 horas. Sant Elm de lunes a sábado de 8 a 13 horas y de 17 a 19 horas, y los domingos de 10.30 a 13 horas y de 17 a 19 horas. Santa Creu se puede visitar de lunes a domingo de 8 a 20 horas. Sant Pere abre de 17 a 19 horas y en horario de misa desde media hora antes los sábados a las 19 horas y los domingos a las 12 y a las 19 horas.