­En las últimas semanas la Policía Local de Vila ha tenido que atender a al menos tres menores que habían bebido hasta perder el conocimiento. En todos los casos, según informaron fuentes del cuerpo, los jóvenes participaban en botellones para los que los adolescentes se citan en varias zonas de la periferia de Vila.

El último caso ocurrió este pasado sábado en el aparcamiento de es Gorg, cuando el 061 recibió una llamada alertando de que una joven de 16 años había perdido el conocimiento mientras bebía con un grupo de amigas en el aparcamiento de es Gorg. Una patrulla de la Policía Local la atendió hasta la llegada de la ambulancia. El personal sanitario la espabiló y después sus amigas se la llevaron «a casa», según relataron fuentes policiales.

El siguiente caso se produjo el pasado sábado 26 de noviembre, pasada la medianoche, cuando de nuevo la Policía Local recibió el aviso de que un joven de 15 años había perdido el conocimiento mientras participaba en un botellón en el aparcamiento de es Gorg con unos amigos. De hecho, señalan fuentes policiales, quien llamó fue su propio hermanastro, que participaba con él en el botellón, y alertó al 112 de que su pariente había perdido el conocimiento.

Lo llamativo de este caso es que la patrulla de la Policía estaba «a cien metros» de donde ocurría todo en ese mismo momento, pero «había tal aglomeración de gente» que no vio a los agentes. En este caso, el menor, de complexión débil, fue trasladado «inconsciente» en ambulancia al hospital Can Misses, donde recibió el alta «cuatro horas después», según informaron fuentes del Ib-Salut.Denuncia a los menores

En ambas ocasiones, los menores han sido denunciados por infracción de las ordenanzas. Según explicaron desde la Policía, con la más que posible multa se persigue dar un escarmiento y provocar la intervención de sus padres. «Es la única forma de que se enteren de lo que ha pasado», añadieron.

El episodio más antiguo ocurrió en la noche de Halloween, el 31 de octubre. En torno a las 22 horas, en el retén se recibió la llamada de un vecino alertando de que había encontrado a una joven sin conocimiento y tirada en un callejón de ses Figueretes, en las inmediaciones del Cementerio Viejo.

El portavoz del Ib-Salut no pudo corroborar este relato de los hechos, aunque esa misma noche, en torno a las 23 horas, una niña de 14 años llegó al hospital «con síntomas de abuso de alcohol» y acompañada por su madre. En ambas ocasiones, los menores aseguraron «que habían bebido poco alcohol», refirieron fuentes sanitarias. Este mismo portavoz añadió que en los últimos meses no se ha producido ningún caso de coma etílico entre adolescentes en la isla.

Aunque las dos chicas y el joven habían perdido el conocimiento por la ingesta de alcohol cuando les atendió la Policía, por lo que las fuentes consultadas los calificaron de «coma etílico», desde el Ib-Salut rebajaron la gravedad de estas intoxicaciones y, según señaló un portavoz oficial, en los dos casos que se han podido confirmar los menores llegaron al hospital Can Misses por su propio pie.

Dos de las intoxicaciones se produjeron en el aparcamiento de es Gorg, donde estos botellones se están convirtiendo en algo habitual. De hecho, fuentes de la plantilla de la Policía Local explicaron que llevan tiempo tratando de disuadir de estas prácticas a los jóvenes, que hasta llegan de otros municipios para reunirse en la zona para beber.Sin policía tutor de noche

Estos agentes comentan que los policías tutores de Vila sólo trabajan «de lunes a viernes en horario de mañana solamente». Incluso recuerdan que se ha hecho llegar al Ayuntamiento la propuesta de que estos profesionales, especializados en la atención a menores, trabajen «los fines de semana, cuando están abiertos los bares y se registran botellones», señalan.

Recalcan estas fuentes que los policías tutores de Vila «siempre» han realizado esta jornada, a pesar de que en lugares como Sant Antoni, con una unidad que fue de las pioneras en Balears -hoy desmantelada-, desde el primer momento se trabajó de noche y con especial atención a los lugares donde se concentran los jóvenes.Ordenanza contra el botellón

Desde el Ayuntamiento sólo comentaron, sobre el abuso de alcohol en menores, que en estos casos se aplica la ordenanza cívica, que especifica las multas y sanciones para prácticas como la del botellón. El equipo de gobierno explicó que la figura del agente tutor está adscrita al grupo de Seguridad Ciudadana. Su trabajo se centra en prevenir el absentismo escolar, impartir talleres y estar en contacto con la concejalía de Bienestar Social para vigilar las problemáticas de los centros «en horario escolar», según detalló una portavoz municipal, que aseguró que esto ocurría «en todos los municipios de la isla».

Además, Vila mantiene con el resto de ayuntamientos un acuerdo por el cual el policía tutor acompaña a los de otros municipios «cuando es necesario, en situaciones concretas». Lo mismo ocurre a la inversa, que el resto de policías tutores «echan una mano cuando se necesita en Ibiza», comentó la misma fuente.