Reformar la Constitución de 1978 de forma consensuada. Este es el mensaje que volvieron a lanzar el presidente del Consell de Ibiza, Vicent Torres, y el delegado del Gobierno en las Pitiusas, Roger Sales, durante sus discursos de ayer en el acto conmemorativo del 38 aniversario de la Carta Magna, que esta vez tuvo lugar en la sede del Consell.

Representantes de los principales partidos políticos ibicencos, así como miembros de la sociedad civil, estuvieron presentes en el acto, incluyendo la diputada ibicenca de Podemos en el Parlament Marta Maicas y el director general de Deportes del Consell, Fernando Gómez, también de Podemos, así como el conseller insular de Medio Ambiente, Miguel Vericad, de Esquerra Unida (EU).

El presidente del Consell defendió la vigencia de la Constitución Española y elogió «los numerosos frutos y beneficios obtenidos durante todos estos años». Sin embargo, advirtió de que todo ello «no significa ignorar un hecho evidente: en muchos aspectos, la realidad de 2016 no es la de 1978».

Tras aludir a «los cambios cada vez más vertiginosos» que se producen tanto en España como en el resto del mundo, el presidente del Consell explicó que, como consecuencia de ello, «la resistencia a cualquier proyecto de modernización o actualización de las normas e instituciones del Estado puede acabar produciendo unos efectos contrarios a los deseados».

Los cambios en la Constitución son necesarios, entre otros motivos a los que aludió, para «desterrar las prácticas corruptas» en las instituciones, para aprobar «un nuevo pacto territorial», para «preservar la pluralidad lingüística y cultural» y, también, para defender a lugares como Ibiza de los efectos de la insularidad.Insularidad

«Justamente la insularidad de Ibiza es un factor decisivo que tiene efectos directos» sobre cuestiones como la educación, la protección de la salud, la vivienda digna, el medio ambiente y «una distribución de la renta regional y personal más equitativa».

«La insularidad no puede ser un factor que reduzca la capacidad de los poderes públicos de darle respuesta», señaló Torres, quien dijo que la igualdad que consagra la Constitución «se ha de concretar a través de leyes y normas».

Para acometer la reforma constitucional «no se puede dejar pasar más tiempo», recalcó.

Por su parte, el director insular de la Administración General del Estado en Ibiza y Formentera, Roger Sales, recordó el amplio respaldo que obtuvo el texto constitucional cuando fue votado por los españoles en el referéndum de 1978 y que cristalizó en un 87,7% de votos favorables en el Congreso de los Diputados. La Constitución «supo unir y no excluir, juntar y no separar», manifestó el delegado gubernativo pitiuso.

La Carta Magna «enterró cargas y lastres del pasado para mirar al futuro; es el motor que ha hecho posible la reconciliación nacional», añadió.

Tras referirse a la situación de interinidad en el que ha estado el Gobierno durante casi un año, Roger Sales afirmó que «ahora se ha abierto de nuevo el diálogo» entre los partidos. En este contexto, reclamó que «se imponga el sentido común, el diálogo y la negociación para que se llegue a acuerdos de gobernabilidad».

Cambiar, con consenso

Sales admitió que la Constitución actual «no es algo estático». «Se puede modificar siempre y cuando sea con el consenso de la sociedad española» y a través de los mecanismos que prevé el propio ordenamiento jurídico actual.

No pasó por alto las reivindicaciones independentistas de Cataluña y dijo que «sólo el pueblo español tiene capacidad para cambiar el concepto de soberanía». Además, «en una Europa sin fronteras las aventuras solitarias no tienen cabida», añadió.

En cualquier caso, el delegado del Gobierno señaló que para solventar los problemas de España «no hay soluciones mágicas, sino trabajo y más trabajo». Especialmente urgente consideró solucionar el paro, la falta de vivienda, la corrupción y la violencia de género.