Acisclo Marín ha dejado de ser el último vecino de las viviendas de Santa Margarita después de que ayer aceptara mudarse al piso que le espera desde 2010 en el edificio Es Pla de Vila, junto al resto de los desalojados de ses Protegides. Los hechos se precipitaron cuando el Ayuntamiento declaró la ruina de la finca donde él vivía, en el 28 de la calle Madrid. Tras una ardua negociación, empleados municipales le ayudaron ayer a hacer la mudanza a la vivienda que ocupará en usufructo mientras viva.

Aunque desde 2012 Marín, de 83 años, era el único obstáculo que impedía al Consistorio ejecutar el ambicioso proyecto Ibiza Centre para la reforma del centro de la ciudad, ayer desde el equipo de gobierno no quisieron aclarar cuál será el destino de este solar, una decisión que «deberá tomar Imvisa», la empresa pública titular de los terrenos y que Vila tiene previsto liquidar en 2017.

Los técnicos municipales comenzaron a trabajar ayer mismo dentro del edificio para hacerlo más seguro. A continuación se realizarán catas y se analizará la estructura del inmueble para preparar el proyecto de demolición, antes de apuntalar y tapiar los accesos para evitar la entrada de okupas.

El derribo se acometería «En seguida que se tenga el informe técnico», informó una portavoz municipal. El teniente de alcalde, Alfonso Molina, adelantó en noviembre que los trabajos empezarán a principios del año que viene, aunque en los presupuestos municipales no hay una partida prevista para esta actuación.

Pendiente del nuevo PGOU

Hay que señalar que a pesar de poder disponer ya de todo el solar, de 933 metros cuadrados de superficie, su desarrollo deberá esperar a la aprobación del nuevo Plan General, en fase de estudio de alegaciones tras su aprobación inicial en abril pasado. Si se mantiene la previsión que estuvo en exposición pública, los terrenos se califican de uso lucrativo para vivienda plurifamiliar. Por ello, se podrían levantar allí hasta 44 viviendas, con una superficie edificable hasta de 5.690 metros cuadrados, en edificios de cinco pisos con ático.

El solar forma parte de la unidad de actuación Ibiza Centre, que comprende también los terrenos los juzgados, y los solares de la vieja sa Graduada, la Delegación del Gobierno y el aparcamiento anexo a la sede judicial, además de la nueva escuela de Sa Graduada y el edificio Es Pla de Vila, ya ejecutados.

Mediante esta reforma se obtienen unos 3.000 metros cuadrados para equipamientos públicos en la avenida Isidor Macabich -para el nuevo palacio de Justicia de la isla y un espacio cultural-, mientras se reservan otros 2.500 metros cuadrados para 122 viviendas (sobre los actuales juzgados y los bloques Santa Margarita). Además, del colegio del paseo Abel Matutes y el edificio de 132 viviendas para los desalojados de ses Protegides.

Acuerdo ´in extremis´

El Consistorio se ha hecho cargo de dar de alta los suministros de luz y agua de la nueva vivienda de Marín, de unos 70 metros y con dos habitaciones, mucho mayor que el tercer piso que ocupaba en Santa Margarita. Pero no será suyo.

Según explicó el concejal de Asuntos Sociales, Joan Ribas, los juzgados «apremiaban» a desalojar el edificio esta semana como máximo. Antes de agotar el plazo, el Ayuntamiento ha logrado convencer al octogenario de que puede dejar la vivienda sin renunciar a que el Ibavi le indemnice como propietario de la vivienda que ha ocupado durante más de 40 años.

Al menos dos sentencias judiciales le han dado hasta ahora la razón, aunque ayer uno de sus hijos, Antonio, explicaba que Marín está intranquilo, porque el Ayuntamiento «ya tiene lo que quería» y él pierde «lo único con lo que podía hacer presión». Marín reclamaba otro piso en propiedad para poder legarlo a sus hijos. Deberá conformarse con una indemnización si logra que la justicia le dé la razón.