­Josefa Ferrer Marí, de Can Toni des Graner (entre es Cubells y Sant Josep), es la mujer más longeva de Vila y Santa Eulària -sus familiares desconocen si también lo es del resto de la isla- y ayer celebró su 104 cumpleaños rodeada de sus familiares. Haciendo gala de un envidiable buen humor y un buen estado de salud, atendió las felicitaciones de sus numerosos descendientes, incluyendo sus cuatro hijos.

Josefa Ferrer se declara seguidora empedernida del concurso televisivo ´Pasapalabra´ y atribuye su longevidad «a la voluntad del Señor».

También conserva una privilegiada memoria sobre su larga vida y los cambios que ha sufrido la isla desde 1912, el mismo año en que se hundió el Titánic y cuando Ibiza apenas contaba con 30.000 habitantes.

Josefa Ferrer es seguramente la única testigo superviviente de la llegada del primer aeroplano a la isla. Un pequeño hidroavión amerizó en la bahía de Sant Antoni cuando ella guarda su rebaño de ovejas en un campo cercano. También presenció la llegada de uno de los primeros coches a Ibiza en una época en que los automóviles eran solo un lujo de ciudades de gran tamaño.

De la esforzada vida que en aquellos tiempos llevaban los ibicencos da idea el hecho de que Josefa Ferrer iba muchos días desde Vila a Sant Josep a pie para intercambiar productos. No era nada raro, pues mucha gente se desplazaba así entonces, según recuerda.

Vendedora de ropa, trabajadora de Can Ventosa, en la destilería Marí Mayans y finalmente cocinera en el restaurante El Corsario han sido algunas de sus principales ocupaciones profesionales. Fue en este último establecimiento donde trabó una estrecha amistad con una de sus clientes más habituales, la actriz Romy Schneider, protagonista de ´Sissí Emperatriz´, de la que todavía hoy guarda un grato recuerdo: «Era una mujer guapísima», afirma.