Desde la orilla hasta el pequeño islote de enfrente, los brotes del alga Caulerpa cylindracea (antes conocida como C. racemosa) se extienden como un manto de nueva vegetación en la bahía de sa Sal Rossa, un área comprendida dentro de la Reserva Marina de es Freus y que este año ya ha sido colonizada en una vasta extensión por esta invasora, actualmente considerada por los expertos la especie introducida que mayor riesgo supone para los fondos marinos mediterráneos. De los estolones del alga surgen sus característicos frondes como racimos de uva, aún pequeños en una zona donde se detectan dos procesos distintos pero que, juntos, pueden cambiar el paisaje marino del lugar. Si, por una parte, C. cylindracea se extiende por la zona, por otro, la Caulerpa prolifera (no considerada invasora) gana espacio en las áreas en las que la pradera de posidonia está más degradada.

«Esta especie no afecta directamente a la posidonia», aclara el biólogo Jorge Terrados, director del Imedea (Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados), respecto a la C. cylindracea, que señala que los estudios que se han realizado prácticamente descartan la incidencia de esta alga sobre las praderas de Posidonia oceanica, ya que crece en sus márgenes y sólo penetra en praderas muy poco densas, donde encuentra una oportunidad de colonización. «Sin embargo, hemos visto que afecta más a la diversidad de otras algas; se reduce el número de especies de las comunidades invadidas», agrega.

No compite con la posidonia

Hay que tener en cuenta que el alga prefiere plataformas rocosas en las que no compite con posidonia, pero sí puede perjudicar a algas del género Cystoseira, por ejemplo, y aprovechar cuando la comunidad está más débil, cuando ha perdido las hojas más grandes, para robarle el espacio.

En Eivissa y Formentera, el alga invasora, citada por primera vez en Balears en el año 1998, prolifera de manera especial en el área marina de las reservas de es Vedrà, es Vedranell y los illots de Ponent, principalmente, y con mucha diferencia, en los alrededores de los dos primeros islotes, donde está modificando las comunidades bentónicas de algas e invertebrados. La invasión, tanto en la reserva de es Freus como en las áreas marinas de las reservas de los islotes, está citada en el sistema con el que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) recoge los avistamientos de especies exóticas en las áreas protegidas de todo el Mediterráneo. También se citan en estas áreas concretas otras algas consideradas invasivas, incluida Lophocladia lallemandii, que sigue a C. Cylindracea en el nivel de amenaza que representa para los fondos marinos de las islas.

El alga invade el sustrato de los fondos de sa Galera. Foto: Joan Costa

Ciclos no regulares

«No todos los años es igual. En estos dos últimos años encontramos mucha menos presencia de L. lallemandii», señala Jorge Terrados: «En las zonas del sur de Mallorca donde antes había mucho hoy no es tan abundante. Sospecho que al ser algas invasoras, nuevas en el Mediterráneo, tienen ciclos que no son regulares, y algunos años las encontramos y otros no», prosigue. C. cylindracea y L. lallemandii, confirma, «son las dos especies que potencialmente pueden causar más problemas a otras comunidades».

Aunque en Eivissa y Formentera no existen estudios recientes sobre las poblaciones invasoras, tanto los datos de los buceadores como los avistamientos que se recogen en ojoinvasoras.info permiten afirmar que la situación es igual que en el resto de Balears; este año, C. cylindracea está mucho más presente que L. lallemandii. El biólogo Xavier Mas también confirma la especial presencia de la primera de ellas «desde Vila hasta es Cavallet, en es Vedrà y en es Vedranell». Fuera de las áreas marinas protegidas, también se cita su existencia en zonas como Porroig y Cala Mastella.

Ojoinvasoras.info es una herramienta del Imedea, en la que también participan otros organismos, y que, además de ofrecer información sobre invasoras, implementa un sistema de alerta y seguimiento con la ayuda de voluntarios.

Y aunque, respecto a C. cylindracea, aún se desconoce, en buena medida, hasta qué punto afecta a todos los organismos con los que convive, sí se sabe que hay especies que la han incluido en su dieta a pesar de la sustancia química tóxica propia del género Caulerpa (la caulerpina), que C. cylindracea parece tener en menor concentración que otras algas similares. Erizos, salpas y cántaras ya comen esta especie invasora, señala Terrados, aunque los estudios realizados con los citados equinodermos parecen mostrar que no la introducen entre sus preferencias por no ser suficientemente nutritiva.

Anclas y aparejos de pesca

También se conoce el vector de expansión del alga; las anclas y los aparejos de pesca. Teniendo en cuenta que cualquier fragmento de ella puede dar lugar a un nuevo individuo y que prospera cuando hay más nutrientes en el agua y en zonas de mayor sedimentación. Y, de momento, no se contempla ninguna medida contra tal invasión; una campaña de erradicación arrancando los estolones sólo podría resultar efectiva, «y podría intentarse», si se detectara su presencia reciente en un punto único, muy concreto y de fácil acceso. Expertos como el director del Imedea aún confían en que el equilibrio natural frene la amenaza de esta invasión verde lima.