El equipo de gobierno de Sant Antoni ha decidido suprimir el sistema de aparcamiento de pago (la zona azul) en todo el núcleo urbano a partir de enero tras constatar que «ni ha mejorado los problemas de parking ni supone unos elevados ingresos en las arcas que permitan llevar a cabo otras actuaciones en beneficio de la ciudadanía».

Hay que tener en cuenta que la zona del puerto, que incluye el Passeig de la Mar y los aparcamientos situados a ambos lados del rompeolas, es competencia de Ports de les Illes Balears, empresa pública de la Comunitat Autònoma, y , por ello, a diferencia del resto del núcleo urbano, se mantendrá la obligación de pagar por aparcar.

La zona azul aporta al Consistorio unos ingresos de 50.000 euros al año, según la recaudación de los últimos ejercicios. En años anteriores la cantidad que el Ayuntamiento ingresaba era aún menor al tener que amortizar la maquinaria de los parquímetros y otros elementos.

La concesión de explotación de la zona azul acaba el próximo 31 de diciembre, según informó ayer el Ayuntamiento a través de una nota de prensa, por lo que a partir del 1 de enero las plazas de pago desaparecerán del municipio. Aun así, Sant Antoni pondrá en marcha un sistema de estacionamiento por rotación gratuito en las calles donde se concentran un mayor número de comercios para obligar a que por lo menos los coches estacionados se muevan cada dos horas.

El Consistorio explica que a día de hoy existen más tarjetas para aparcar en zona azul distribuidas entre vecinos y comerciantes que plazas reales y que, como consecuencia, hay un elevado porcentaje de vehículos que ocupan una misma plaza durante «periodos prolongados». De este modo, reconoce el equipo de gobierno, se ha logrado «el efecto contrario al perseguido» con la implantación de la zona azul, que, en principio, debía favorecer la rotación y facilitar el estacionamiento en el casco urbano.

El año que viene se considerará «un periodo de prueba» en el que tanto los residentes como los responsables municipales tendrán la oportunidad de comprobar si se puede prescindir por completo del servicio de la zona azul o si es necesario implantar algún otro sistema, que, en todo caso, «sea más eficiente».