La especuladora urbanística Francisca Sánchez Ordóñez, que acaba de cumplir una pena de prisión por delitos fiscales, ha regresado a la vida civil emprendiendo un nuevo proyecto ilegal, sin las licencias necesarias, incumpliendo las órdenes de paralización de la autoridad y rompiendo sus precintos, tal y como hizo en el caso de Casa Lola.

Según han denunciado los vecinos de la zona y confirmó ayer el Ayuntamiento de Sant Josep, la empresa de Sánchez Ordóñez, Inversiones Hoteleras Faro, está realizando numerosas obras de construcción en la parcela colindante a Casa Lola, llamada Casa Paola, aprovechando una licencia concedida para una vivienda.

Al parecer, la citada empresaria ha superado ampliamente la construcción que contemplaba ese permiso y, además, habría construido «tres piscinas enormes» -según el relato de un vecino- cuando sólo tenía permiso para una.

El Ayuntamiento de Sant Josep confirmó ayer que el pasado mes de abril el celador municipal detectó que se estaban ejecutando obras sin licencia, por lo que requirió a Inversiones Hoteleras El Faro que las detuviera. Pocos días después el Ayuntamiento precintó las obras.

Trabajos reiniciados

Sin embargo, a mediados de octubre, en una nueva inspección, «el celador detectó que se había quitado el precinto y se habían reiniciado los trabajos», señaló el Ayuntamiento. El concejal de Urbanismo, Ángel Luis Guerrero, anunció que tiene previsto presentar denuncia esta misma semana contra la promotora ante la Fiscalía de Ibiza por un delito de desobediencia.

Esta denuncia penal se sumaría a la que ya interpuso la Corporación durante el anterior mandato municipal, y que de momento no ha derivado en condena alguna contra la propietaria de la finca. La pena de cárcel que Sánchez Ordóñez acaba de cumplir procede de un delito cometido en Andalucía.

Paralelamente a la vía judicial, y tal y como se hizo también con Casa Lola, el Ayuntamiento tramitará el correspondiente expediente de disciplina urbanística para comprobar qué construcciones se han ejecutado sin la correspondiente licencia.

Según comprobó este diario la semana pasado, los trabajos en Casa Paola continúan a todo ritmo, con un importante número de obreros trabajando en la construcción de varias edificaciones en el interior de la parcela, donde también se ha pavimentado el suelo y se han talado numerosos pinos.

Estos hechos se producen justo cuando el Ayuntamiento de Sant Josep ha obtenido el respaldo de los tribunales a su orden de demolición de Casa Lola, dictada en febrero de 2015 y que fue recurrida por la propiedad. Según esa sentencia, deben ser demolidos 1.833 metros cuadrados entre construcciones, piscinas, anexos, terrazas cubiertas y descubiertas y otras edificaciones levantadas sin licencia.

Al margen del derribo de las obras, Sánchez Ordóñez se enfrenta a una fuerte multa, que se calculará en función del valor de las edificaciones levantadas, y que están valoradas en 1,4 millones de euros, según los cálculos del Consistorio. Sin embargo, la sanción económica no ha sido aún cobrada, según ha confirmado el Ayuntamiento.