«La sonrisa es algo mágico, es un arma que utilizamos los humanos para decirle al otro: no voy a atacarte. Se sonríe con los ojos, así que si no tenéis patas de gallo cuando sonreís no es una sonrisa verdadera. ¡Vivan las patas de gallo!». Teresa Baró, experta en el campo de la teoría y práctica comunicativa, con una amplia bibliografía sobre el tema y presencia en televisión en programas como ´Para todos La 2´, explicó ayer en el Foro de Emprendedores Ingenion que se celebraba en el Centre Cultural de Jesús cómo mejorar las habilidades de comunicación en la empresa con ejemplos tan claros como el de la importancia de una sonrisa sincera para tratar al cliente.

«Los latinos somos grandes improvisadores frente a los alemanes, de los que decimos que son ´muy cuadrados´ pero si planificáramos un poco más la comunicación nos iría mucho mejor», aconsejó Baró, que apuntó que lo primero que hay que hacer es ser conscientes de nuestra imagen en todas sus dimensiones, hoy en día especialmente en las redes sociales.

«Hoy nos conocen antes a través de la red que presencialmente, por eso es importante cultivar nuestra imagen en la red», explicó para a continuación preguntar al público quién de los presentes tenía un ´plan de marketing personal y de reputación digital´. Solo levantaron el brazo cuatro personas. «Todos tendríais que levantar el brazo y tener en marcha ese plan», que en lo básico consiste en diseñar y controlar los contenidos, los textos y las imágenes que subimos a las redes sociales.

Teresa Baró habló de redes pero también de la parte presencial, plagada de códigos verbales y no verbales «que hay que intentar controlar y gestionar para que jueguen a nuestro favor y no en contra». ¿Por qué es importante? Pues porque según dicen los científicos se toman muchas más decisiones en función de las emociones que de la razón. La primera impresión sí que cuenta. Y mucho.

«La conducta no verbal no para nunca, transmito información siempre, incluso cuando no hablo, por eso es importante controlar la imagen no verbal», remarcó. Son esenciales para Baró la proxemia (la distancia que se mantiene con el interlocutor), la háptica (el uso del tacto, por ejemplo en un correcto apretón de manos) y la cronémica (la puntualidad y el respeto por los tiempos del interlocutor).

La experta también subrayó el papel del paralenguaje «que es todo lo que acompaña a la voz, el tono, el volumen. La voz también es imagen», puntualizó.

«El lenguaje verbal no es lo único que nos convence, a veces nos convence mucho más la presencia de la persona, cómo nos mira, cómo se mueve. Nos pueden convencer sin necesidad de utilizar ni una palabra porque ha sabido crear una empatía con una primera impresión», destacó la experta.

Con la ayuda de cuatro voluntarios del público mostró, entre otros ejemplos, que las chicas tienden a juntar las piernas o cruzarlas cuando se suben a un escenario. Se trata de una reminiscencia de la educación sexista, «eso de ´cierra las piernas´, que se les ha dicho siempre a las mujeres», espetó Baró. Eso se traduce en inestabilidad y su consiguiente inseguridad sobre las tablas. También recomendó a las mujeres desterrar los besos en los contextos de trabajo y empresariales.

Las seis claves de la comunicación no verbal para Baró son una «percepción rápida de la persona que tenemos delante»; «autocontrol del cuerpo» (evitando por ejemplo tocarse la cara), «adaptación» aunque siempre respetando la propia personalidad; «evitar gestos de tensión» y, sobre todo en estos tiempos «evitar estar pendiente del móvil cuando se está con alguien». Mantener «una actitud de apertura y seductora» sobre el producto o la idea que se está planteando, sin olvidar «interesarse por el otro», son otras claves de la comunicación.

Filóloga y profesora, a los 39 años Baró dejó la enseñanza y se hizo emprendedora. Empezó creando «una página web», se hizo «con la papelería básica» y se compró «un traje». Con ese kit básico arrancó y ahora es una referencia en teoría y práctica comunicativa.