Con una fiesta se reabrieron anoche al público los jardines de Antoni Marí Ribas Portmany o de la Cúria, como se los conoce popularmente, después de más de un año en obras. Se han invertido 257.182 euros a través del Consorcio Eivissa Patrimoni para convertirlo en un espacio de descanso para los visitantes a Dalt Vila y poner en valor las estructuras históricas encontradas en el recinto.

Los trabajos se iniciaron en 2015, sobre un proyecto de remodelación de 2011. Han consistido en la remodelación de los espacios exteriores de la Casa de la Cúria y la renovación del acceso desde la calle de Santa Maria.

La intervención se ha ejecutado en dos fases. Durante la primera se acometió la remodelación del espacio exterior, para liberar el espacio interior «que posibilita la diversidad de usos del jardín», según informó el Ayuntamiento en un comunicado.

En la segunda fase, iniciada hace unos meses, las obras se centraron en los acabados de la intervención, con la integración de los restos patrimoniales en el conjunto como primer objetivo. Además, se ha acometido la iluminación de los jardines y la mejora de la entrada inferior.

Los jardines sea abrirán al público en los mismos horarios que el centro de interpretación Madina Yabisa de Dalt Vila.