Es su primera novela y no será la última porque ya está ideando su nueva aventura literaria. Amante tanto de Borges y Henry Miller como de Agatha Christie, Francisco Marín González presenta este jueves a las 20 horas en el Club Diario de Ibiza el thriller ´El caso Demichellis´. Estará acompañado por el escritor Edgar Lorenzo, con el que comparte editorial (Ediciones Atlantis) y por la abogada y también escritora Eva María Cardona Guasch.

-¿Este libro está inspirado directamente en algún caso que haya conocido por su trabajo?

-El haber trabajado muchos años en un juzgado de instrucción me ha hecho entrar en contacto, aunque sea momentáneamente, con muchas personas con una realidad muy diferente a la mía, que viven en el mundo de la delincuencia. Es un mundo que no conoces de primera mano pero sí muy de cerca. Pero esta es una obra de ficción. Evidentemente el entramado judicial y la organización judicial están tratados con bastante realismo porque he trabajado como funcionario de justicia durante 24 años, pero los personajes son de ficción.

-Pero está ambientada en Ibiza...

-Sí, los escenarios son reales como Vara de Rey, el hospital Can Misses... Aunque sí que me he tomado alguna pequeña licencia con alguna urbanización y su ubicación. Al 99 por ciento es fiel a la realidad de Ibiza. Aparecen por ejemplo los termómetros, que justo ahora han desaparecido... En mi novela todavía queda uno [ríe].

-¿En qué momento pensó en escribir una novela?

-La novela supone para mí la culminación de una vida de lector. Empecé a escribir la novela y, cuando llegué a las cien páginas, empecé a ver que tenía coherencia y cuerpo. Se la dejé leer a un amigo, me animó a seguir y al final la acabé. La mandé a un concurso y no recibí ninguna respuesta pero mis amigos me siguieron alentando a que la enviase a una editorial. He tenido la suerte de enviarla solo a una [Ediciones Atlantis] y que la aceptaran. Les mandé el manuscrito y me respondieron rápido.

-En esa ´vida de lector´ a la que de refiere ¿ qué literatura le ha interesado?

-Me ha interesado todo tipo de literatura. Cuando era joven la de aventuras, como los libros de Enid Blyton o Emilio Salgari. Si ahora tuviese que elegir mis dos autores favoritos elegiría a Jorge Luis Borges, por su dominio del español y su uso de los adjetivos, y a Henry Miller por su originalidad, estilo propio y por la mezcla de poesía y la prosa. Dentro de la novela negra tengo muchísimos autores favoritos, pero quizás la que más he leído es a Agatha Christie. La novela negra ha sido un género infravalorado, pero en España estamos asistiendo ahora a un boom de escritores del género de muchísima calidad. De hecho los premios Nadal y el Azorín los han ganado escritores de novela negra. Este género se está revalorizando. Ya no hay una contracción entre novela negra y novela de calidad. Puede ser las dos cosas.

-La novela refleja las virtudes y miserias del sistema judicial. ¿Tiene algo de crítica?

-Creo que lo retrato de una manera fidedigna. Sin desvelar nada de la trama de la novela sí que puede haber temas candentes. La visión del mundo judicial de la novela es muy diferente de la que ofrecen los medios de comunicación, entre ellos la televisión, que tiene mucho poder y a veces distorsiona las cosas. Toco algún tema que puede ser polémico, por eso en la nota del autor matizo que, aunque aparezcan lugares e instituciones que realmente existen, esta es una obra de ficción y el autor no se identifica con las opiniones de sus personajes.

-¿Cuántos años lleva en Ibiza?

-Soy de Castro-Urdiales en Cantabria, de pequeño mi familia se trasladó a Benidorm, después viví en Alicante, en Valencia, en Bellvís (Lleida), San Sebastián, Fuenterrabía y después llegué a Ibiza. Mi intención era estar en la isla un par de años y pedir el traslado a otro lugar. Pero esto me atrapó. Y han pasado 21 años. En ese momento vi todas las ventajas que me ofrecía la isla, ahora quizás estamos perdiendo en calidad de vida por la masificación y el exceso de coches pero antes aparcabas en cualquier calle, la vida era fácil, todo muy cercano... Ibiza me pareció ideal.