Según la normativa urbanística vigente, en suelo rústico común sólo podrán permitirse viviendas cuando estén relacionadas con la actividad agraria propia de este tipo de terrenos. Sin embargo, casi todas ellas cuentan con piscina -actividad impropia de una explotación agrícola-, subterráneos, terrazas... y acaban anunciadas en las inmobiliarias como mansiones de lujo. Ni los espacios protegidos se libran de estas «viviendas unifamiliares», puesto que ocho de ellas han conseguido esquivar la moratoria aprobada por el Govern en enero. Estos son los casos más flagrantes:

-Can Pere Corda (es Cubells).- Los propietarios de un terreno ubicado al lado de un área protegida como ANEI -aunque la casa se emplazará en suelo rústico común- han logrado que el Consell de Ibiza informe favorablemente, al segundo intento, un proyecto para una edificación principal de 540 metros cuadrados, provista de subterráneo, planta baja y primer piso, además de una edificación anexa y una piscina de 127 metros cuadrados. En total, la superficie ocupada por las diferentes actuaciones incluidas en el proyecto es de 1.400 metros cuadrados; es decir, unas siete veces el tamaño de una vivienda media en el campo. Sólo el cuerpo principal tendrá un volumen de 1.487 metros cúbicos.

- Ca n´Andreu Sopes (Sant Miquel).- Un ciudadano italiano ha visto aprobado su proyecto para construir una mansión en plena Área Natural de Especial Interés (ANE) de Alto Nivel de Protección, es decir, un entorno especialmente frágil y valioso paisajística y ecológicamente. La vivienda tendrá 460 metros cuadrados de superficie, aunque con los diferentes añadidos acabará ocupando una superficie de 675 metros cuadrados, incluyendo una piscina de 72 metros cuadrados. El lugar está catalogado como Área de Riesgo de Incendios forestales, Zona Vulnerable para los Acuíferos, tiene riesgo de erosión y, encima, está situada sobre el dominio público de un torrente. Además, los propios técnicos del Consell admiten en sus informes que el nuevo camino que deberá abrirse para llegar a la casa incumple el Plan Territorial Insular. Tampoco se ha modificado la ubicación de la vivienda, como se había pedido al promotor. A pesar de todo ello, obtuvo informe favorable en la sesión del 30 de septiembre de 2015.

-Pla de Morna (Sant Carles).- Una de las mansiones autorizadas en es Pla de Morna en el último año tiene una superficie total de 1.200 metros cuadrados, incluyendo el cuerpo principal de la edificación, que tendrá 506 metros cuadrados, dos anexos, un almacén, terrazas y una piscina de 93 metros cuadrados de espejo de aguas. Además, para llegar a la casa, será necesario abrir un nuevo camino de 96 metros de longitud y otro de 72 metros, lo que suma un nuevo sistema viario en suelo rústico de 170 metros.

-Can Roques (Sant Vicent).- Una empresa inmobiliaria ha visto autorizada una mansión de 518 metros cuadrados (sólo el cuerpo principal) y una piscina de 50 metros cuadrados en los parajes de Sant Vicent, en un área protegida como ARIP por la Ley de Espacios Naturales.

Sin embargo, una vez más, el informe favorable se otorga a pesar de que los propios técnicos del Consell advierten de que «la casa está en la mitad superior de la finca, en contra del punto 4 de las Normas Subsidiarias de Sant Joan», que obliga a situarla en la parte más baja para tener menos impacto.

Además, se prevé un nuevo camino para llegar a la casa, que tendrá 90 metros de longitud, y que «supera los 50 metros permitidos», por lo que va «en contra del Plan Territorial Insular». Pese a todo ello, obtiene el visto bueno de la Comisión Insular de Urbanismo el 18 de febrero de 2016.

- Cala d´Hort (Sant Josep).- Un entramado de empresas extranjeras y españolas vio autorizada la mansión de 953 metros cuadrados en total dentro de un ANEI, en la finca de mayor presencia de Ibiza de una planta endémica y amenazada.