Gran parte de la prensa británica publica el caso de un joven británico de 27 años, David Little, que se ha hecho viral en las redes y que, de momento, no tiene una explicación muy coherente. El joven se encontraba el pasado 24 de agosto en Ushuaïa con su novia pasando la típica noche de vacaciones en la isla. Todo iba bien. Hasta que a eso de la medianoche se marchaban del local y David cogió su teléfono móvil -el mismo que llevaba toda la noche utilizando para hacer fotos- para llamar a un taxi y regresar al hotel con su pareja.

Fue en ese momento cuando se dio cuenta de que tenía un mensaje en el teléfono en el que se informaba que su compra de un autobús de 53 plazas, un Scania Irizar Century de un azul precioso, se había hecho efectiva por el precio de 28.500 libras (unos 34.000 euros).

David asegura que no sabe cómo ni cuándo pudo realizar esa extravagante compra y, desde luego, le ha destrozado su economía y, por descontado, también sus vacaciones.

Quizás la mezcla entre alcohol y una manipulación abusiva de su móvil jugaron al joven una mala pasada.

David Little es entrenador en un gimnasio de Durham y ya ha puesto a la venta el bus para intentar recuperar su dinero. De hecho ha escrito en Facebook: «Todavía no me puedo creer que esto me esté pasando».

Su historia se ha hecho viral en la red social, que en pocos minutos alcanzó los 32.000 «me gusta». Aunque seguro que a David no le gusta tanto.