La vivienda donde un magnate extranjero, al parecer ruso, pasa el verano junto a Platges de Comte continúa provocando problemas. Después de que vigilantes privados atemorizaran al conseller insular de Medio Ambiente, Miguel Vericad, hace pocos días cuando se encontraba en la zona de dominio público, frente a dicha casa, otros ciudadanos se han visto obligados a interponer denuncias ante la Guardia Civil por la actitud amenazante de estos guardias, que según los testimonios de los afectados insultan, amenazan y hasta llegan a forcejear con quienes hacen uso de la costa en ese tramo.

En los últimos días, al menos otros dos residentes han interpuesto denuncias ante la Guardia Civil. Uno de ellos, Óscar Vospy, que vive en la zona «desde que era pequeño», explicó que, una tarde de la semana pasada, al acercarse a las rocas, «donde tenían montado su chill out», les dijeron que no podían «estar sentados en dicho terreno, que era exclusivamente de paso y que tenían licencia para ello». «Tras debatir con ellos sobre la legalidad de dicha concesión, apareció el dueño de la casa gritándonos, amenazando, insultando y agrediendo, a mí en la espalda cuando estaba sentado, y forcejeando», añadió a través de Facebook.

Como consecuencia de ello, tuvieron que llamar a la Guardia Civil. Mientras esperaban a los agentes, «el dueño de la casa se marchó en su yate, a sabiendas de que vendría la Policía y tendría problemas». Cuando aparecieron los agentes corroboraron el derecho al uso público de la zona donde se encontraban.

Por otra parte, Inés Rojo, una mujer que llegó hace unos días a esta zona a bordo de su yate para fondear, afirma que los ocupantes de la vivienda le ordenaron que se marchara porque no podía fondear en esas aguas, donde ellos y sus invitados estaban usando motos de agua, paddle surf y otros elemenos náuticos. También interpusieron una lancha frente a su yate para intentar que no avanzara.

Otro usuario de la zona, Xumeu Ferrer, aconsejaba ayer a través de las redes sociales no hacer caso de los vigilantes de esta mansión si invitan a los bañistas a entrar en la casa, puesto que «es una trampa». «Una vez dentro os denuncian por allanamiento de morada o cualquier otra cosa», afirmó.

Según varios testimonios, esta vivienda, que es donde se alojaba en la década anterior la top model Ellen McPherson, lleva al menos cinco años provocando problemas de este tipo. El conseller insular de Medio Ambiente de Ibiza, Miguel Vericad, aseguró ayer que ya el año pasado, nada más tomar posesión del cargo, fue a inspeccionar la vivienda en compañía del alcalde, Josep Marí Ribas, Agustinet, y de un agente de la Policía Local. Ya entonces, la comitiva oficial fue increpada por los ocupantes de la vivienda, según afirmó el conseller.

El concejal de Playas y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Sant Josep, Pep Cardona, afirmó ayer que «este es un asunto de la dirección general de Costas», aunque confirmó que «impedir el acceso al mar es ilegal». También añadió: «Tal vez, habría que aconsejar a la gente que vaya allí, a ver si [los ocupantes de la casa] se aburren».

El magnate ruso de la vivienda utiliza a una abogada de Ibiza para defender sus intereses.