­La moda de los baños de barro en el islote de s´Espalmador sigue en boga y se sigue extendiendo entre los turistas, por lo que el Parque Natural de ses Salines ha lanzado una campaña informativa para recordarles que esta práctica en la laguna interior del islote está «expresamente prohibida». El Govern asegura que nunca se ha descrito que los baños de barro, de moda desde hace algunos años entre los visitantes, supongan ningún beneficio para la piel y, por el contrario, podrían provocar problemas de salud o infecciones debido a que son aguas estancadas sin salida o comunicación con el mar.

La campaña está destinada a turoperadores, hoteles, apartamentos, alquileres de vehículos, servicios náuticos y otras empresas relacionadas con el sector turístico, según informó ayer el Govern en un comunicado.

Además, se han instalado en los principales accesos de s´Espalmador cuatro señales de grandes dimensiones que informan sobre la prohibición de esta actividad.

La campaña recuerda especialmente que los baños de barro son una práctica ilegal, según la normativa del Parque Natural, y es perniciosa porque supone la modificación de la morfología del litoral de la laguna, ya que se hacen pequeñas balsas y agujeros para sentarse y recoger el barro.

Graves molestias para la fauna

Además, este comportamiento ocasiona graves molestias para la fauna de la zona y modifica el sustrato donde muchas especies se alimentan, sobre todo aves limícolas.

A pesar de que con anterioridad se han hecho intervenciones para evitar el acceso de los turistas, mediante delimitaciones con palos y cuerdas en el humedal, y señales de prohibido el paso, los baños de barro se continúan realizando y publicitando.

Por ello, el Govern solicita la máxima colaboración de administraciones y empresas turísticas para evitar el impacto de esta práctica en una de las zonas húmedas más importantes del Parque Natural, el único de las Pitiusas.

La zona donde los visitantes se rebozan en el fango es de especial relevancia, tanto por su singularidad, porque se trata de una laguna en un islote pequeño, como por su potencial para las aves acuáticas, que la utilizan como lugar de descanso y alimentación.

El año pasado, la empresaria Paris Hilton colgó una foto en su cuenta de Instagram en la que aparecía rebozada en barro en s´Espalmador junto a dos amigos.

Los propios propietarios del islote, los hermanos Norman y Rosy Cinnamond Planás, han denunciado en diversas ocasiones a lo largo de los últimos años que la afluencia masiva de personas a s´Espalmador está provocando una grave degradación medioambiental. Una de las prácticas que perjudican al frágil ecosistema del islote y que han denunciado reiteradamente es la moda de bañarse en el barro de la laguna.

Los hermanos Cinnamond observan cada año cómo cientos de visitantes ignoran las señalizaciones que impiden el acceso a la laguna (a la que se accede por pasarelas de madera), y llegan hasta las pozas situadas al oeste del humedal, donde se acumula el fango.

Hace dos años, Norman Cinnamond recordaba indignado a este diario que «existe una normativa desde 2006 que prohíbe el baño en el barro pero no hay forma de que nadie obligue a cumplirla».