La Guardia Civil ha iniciado en Balears una campaña de control e inspección de las embarcaciones que operan como discoteca flotante, los conocidos party boats, con el fin de garantizar la seguridad e integridad física de las personas participantes, además de evitar las molestias que estas fiestas pueden causar a terceras personas. En las últimas semanas el instituto armado ha llevado a cabo 20 inspecciones en todo el territorio balear, incluyendo Ibiza y Formentera.

Durante las inspecciones se revisa la documentación para el correcto cumplimiento de la normativa y se inspeccionan las medidas de seguridad para proteger a los tripulantes ante cualquier situación de emergencia, como el aforo máximo permitido, la presencia de chalecos salvavidas y de bengalas de socorro.

A su vez, se lleva a cabo una revisión del nivel de ruido que genera la música que acompaña el trayecto, mediante sonometrías, para asegurar que no sobrepasa el límite permitido. En cuanto al consumo de alcohol, se somete a pruebas de alcoholemia al capitán y los tripulantes para evitar excesos que pongan en riesgo la seguridad de a bordo, informando a los patrones sobre la obligatoriedad de adoptar las medidas que correspondan para el buen régimen de actuación en caso de peligro, como por ejemplo, el desembarco de pasajeros en estado de ebriedad.

Inspecciones en la época estival

Esta campaña se inició en el mes de junio, con un periodo informativo de un mes, en el que se recordó a los propietarios de estas embarcaciones la normativa vigente que deben aplicar en el transcurso de sus salidas. En una segunda fase, entre julio y agosto, se realizan las inspecciones en todas las embarcaciones para asegurar que se cumple la normativa, procediendo a sancionar en caso de incumplimiento.

En esta campaña de control han participado el Servicio Marítimo Provincial, el Servicio Aéreo, GEAS, Servicio Cinológico, Seprona y Pafif de la Guardia Civil de Baleares.

Áreas restringidas

Una ley recién aprobada en el pleno del Parlament balear, la Ley de Evaluación Ambiental, prohíbe las «fiestas en los barcos» en todas las zonas protegidas del archipiélago, lo que acota el área en el que se están llevando a cabo las inspecciones en el mes de agosto: un 50% en Mallorca, un 40% en Menorca y un 30% de Ibiza. La isla de Formentera está vetada al 100%.