El pleno del Ayuntamiento de Sant Josep aprobó ayer por unanimidad una moción conjunta en la que insta a que se soterre la línea de alta tensión que Red Eléctrica proyecta tender en sa Vénda des Fornàs para unir la subestación de Sant Antoni con la de Torrent. El Consistorio enviará esta solicitud a Red Eléctrica, al Govern balear y al Ministerio de Industria con la intención de que se rectifique un trazado que, de ejecutarse finalmente con las torres previstas de 40 metros de altura, tendría graves efectos sobre un paisaje «de gran valor ecológico, altamente cualificado y protegido por la legislación medioambiental vigente», según se subraya en la moción.

Los grupos tomaron esta decisión aun cuando sa Vénda des Fornàs se encuentra en el municipio de Sant Antoni, si bien es colindante con Benimussa: «Por solidaridad», dijo el alcalde. Actualmente, el proyecto se encuentra en exposición pública y pendiente de autorizaciones.

Con la abstención del PP y de Alternativa Insular, el pleno también dio su visto bueno a la ampliación del servicio de recogida selectiva de residuos, que costará unos 10.000 euros más y consiste en aumentar la frecuencia en la que los camiones retiran tanto los envases como el papel y el cartón. Ángel Luis Guerrero, edil de Urbanismo, explicó que el Ayuntamiento se ve abocado a adoptar esa decisión porque les «desborda» la cantidad de papel y envases que se reciclan desde hace unos meses: de cartón, en el primer trimestre del año se recuperó un 62% más, mientras que de envases creció un 52,3% respecto al mismo periodo del año anterior. Incluso la cantidad de vidrio recogida en los contenedores aumentó un 54%.

«Los camiones van a rebosar»

En ese sentido, afirmó que «ya no es una cuestión de poner más contenedores», como le propuso el edil Vicent Torres, de AI, «pues los camiones ya van a rebosar». De ahí que hayan optado por incrementar las frecuencias del paso de los camiones: en temporada media, tanto las de envases como las de cartón pasarán de cinco a seis a la semana, mientras que en temporada alta aumentarán de siete a ocho.

Por otra parte, todos los grupos políticos también dieron su apoyo a la aprobación provisional de una modificación puntual de las Normas Subsidiarias que afecta a los terrenos donde se proyecta construir la futura escuela municipal de Cala de Bou. Según explicó el alcalde, Josep Marí Ribas, se trata del último trámite antes de enviar esa modificación al Consell ibicenco para que pueda calificar esos terrenos como equipamiento escolar. Es decir, se ha dado un paso muy importante, pero queda un largo trecho hasta que allí se construya un centro educativo, como viene siendo tradición en esta isla.

El PP propuso que el portal de transparencia incluya también los contratos menores: «La sociedad pide más transparencia», dijo el popular Francisco Javier Marí, que se quejó de que en esa web haya pocos links que funcionen. Por ejemplo, el de la agenda del alcalde. Ese grupo también presentó una moción para regular los fondeos en la costa del municipio dada la saturación que se padece en ciertas calas. Un estudio «medioambiental pormenorizado» determinará cómo hacerlo. El Ayuntamiento ya dispone de uno sobre Cala Vedella realizado por la asociación de empresarios del lugar. El portavoz de AI sugirió que las calas sufren ese problema desde que hace tres años se reordenó el Club Náutico de Sant Antoni. Guanyem se abstuvo en la votación aunque estaba a favor. La razón: la moción procedía del PP, según alegó su portavoz, Fran Ramírez: «Menos demagogia e hipocresía», dijo. El PP no quiso seguir ese juego y votó posteriormente a favor de una moción de Guanyem.

Ramírez perdió la calma poco después, cuando ante los murmullos de la bancada del PP y de AI propuso que callaran de una manera muy borbónica. Minutos después, y como seguían hablando, su exabrupto fue aún mayor: «Este cuchicheo demuestra vuestra catadura moral y el respeto que tenéis a los ciudadanos», dijo. En una moción insólita, el portavoz de Guanyem acababa de hacer balance de las mociones que había presentado su grupo en el último año: 28, de las que 25 fueron aprobadas. El alcalde aportó otro dato a esa especie de debate del estado del municipio: esas 25 mociones tenían 53 puntos, de los que 38 ya se han cumplido, trabajan en seis y hay nueve pendientes que piensan cumplir.

A propuesta de Guanyem se limpiarán y revisarán todos los espejos ubicados en calles o carreteras con poca visibilidad. El PSOE se abstuvo por ser una propuesta «técnicamente imposible» de ejecutar.