­Los empresarios agrupados en la Asociación Estación Náutica de Sant Antoni y Sant Josep denuncian mediante un comunicado que el descontrol provocado por la proliferación de actividades y negocios ilegales en la bahía de Portmany está provocando graves perjuicios a los que cumplen la ley, y exigen a las administraciones implicadas una actuación «urgente y contundente». La asociación critica que ya el verano pasado (el primero en el que se reguló el fondeo en la bahía) denunció esta misma situación, que se ha agravado este año y que califican de «insostenible».

La Estación Náutica asegura que pese a que es el segundo año en el que se aplica la regulación del fondeo, sigue habiendo embarcaciones fondeadas en muertos dentro de los espacios de tránsito de embarcaciones, en las zonas de fondeo regulado en boyas ecológicas y en los canales de salida de embarcaciones con y sin motor de las playas.

Los empresarios critican que debido a la falta de actuación por parte de las administraciones hay numerosas embarcaciones que fondean de forma libre y sin control, lo que obliga a los concesionarios náuticos legales a sortear estos barcos y artefactos náuticos, dispuestos sin ningún tipo de orden, mientras reciben «todo tipo de amenazas y lanzamientos de objetos por parte de los clientes que realizan la actividad». La asociación agrega que muchas embarcaciones que están en los muertos vacían las sentinas y tiran los residuos al mar «cerca de las playas donde están los turistas y residentes».

Los empresarios recuerdan que han obtenido las concesiones de deportes acuáticos tras participar en la subasta pública del Ayuntamiento de Sant Josep y por tanto tienen zonas autorizadas de trabajo, que «están infectadas de embarcaciones fondeadas que impiden y dificultan el desempeño de la actividad con constantes conflictos con sus propietarios». Los asociados aseguran que este verano ha aumentado considerablemente el número de embarcaciones fondeadas de forma ilegal en la bahía, tanto en muertos como con ancla, y que la gran mayoría «llevan a cabo prácticas ilegales como alquiler de la embarcación y sus camarotes, incluso para fiestas, sin disponer de documentación al efecto».

Los empresarios explican que la regulación del fondeo tenía como objetivos limpiar los fondos de la bahía y «ordenar y permitir un escenario para la práctica de los deportes acuáticos durante todo el año». «Sin embargo, estos objetivos no se están cumpliendo», lamentan. Los empresarios proponen que los ayuntamientos balicen las playas a la distancia máxima establecida por Capitanía Marítima, de modo que se deje una zona de baño de 200 metros y se evite así el fondeo libre en los espacios prohibidos tras la aprobación del proyecto de la bahía. Asimismo, piden coordinación entre todas las administraciones para que actúen, y que habiliten un espacio para depositar las embarcaciones que se deben retirar del mar por incumplir la ley.

Los empresarios expresan su malestar porque pese a pagar la tasa por fondear en boyas autorizadas sufren «la invasión de otras embarcaciones que causan daños» en las suyas por la poca distancia que dejan al ocupar las zonas del campo de boyas. «Incluso las golondrinas deben variar su recorrido, con los retrasos de tiempo e inconvenientes que conlleva».

La asociación denuncia que la situación perjudica el desarrollo del turismo náutico, la imagen de la bahía y los intereses de los empresarios.