­Si equiparásemos el juicio de los turistas que pasan por Ibiza al de un profesor de escuela, este año la isla blanca debería repetir curso.

Esta es la lectura que se saca del sondeo que la fundación Gadeso ha llevado a cabo entre turistas que han visitado Ibiza en 2016. El estudio, que recoge la valoración de aspectos tan dispares como el transporte, la asistencia sanitaria o el entorno marino y las costas, entre otros muchos, suspende a la isla con una nota media de 4,3. Rebajando incluso una décima la deficiente nota que ya recibió durante el mismo periodo del año pasado.

Formentera, por su parte, apenas logra un aprobado raspado merced a sus buenas notas en cuanto a materia medioambiental y paisajística.

Y es que las Pitiusas no son buenas alumnas. De las cuatro categorías que engloban el informe: alojamiento, oferta especializada, servicios públicos y entorno medioambiental, Ibiza suspende en todas ellas, destacando únicamente por su oferta lúdica, donde según los turistas tiene un nivel «adecuado».

La necesidad de reconversión de algunas zonas del entorno urbano, y la modernización y control de los servicios y establecimientos no reglados se mantienen como asignaturas pendientes para la isla.

Por otra parte, Formentera salva el curso merced a su buena nota en entorno medioambiental, donde obtiene una valoración cercana al notable en campos que recogen la calidad de sus aguas, la contaminación atmosférica y entorno paisajístico. La excesiva saturación propia de la temporada alta se establece como principal problema a resolver.

Un aspecto que también recoge el estudio es la fidelidad de los turistas a las islas. El 29% ya habían visitado Ibiza, mientras que el 27% piensa que volverá a visitarla en algún momento, dato algo inferior al del año pasado.

Asimismo, el dato de personas que piensan regresar sube hasta el 33% en el caso de Formentera.

Atractivos diferenciados

El informe también recoge las distintas motivaciones que impulsan a los turistas a venir a las Pitiusas. Según el mismo, en torno a un 55% lo hacen atraídos por el sol y las playas, casi el mismo porcentaje de los que lo hacen por los buenos precios que encuentran en las islas.

Donde si se encuentra una gran diferencia entre ambas islas en cuanto a los atractivos que ofrece, es en dos aspectos con los que ambas se identifican.

Mientras que un 50% de los turistas que visitan Ibiza reconocen hacerlo buscando diversión, el porcentaje en cuanto a ese aspecto de la isla de Formentera tan solo alcanza el 3%. De igual manera, el 25% de los viajeros reconoce visitar la menor de las Pitiusas en búsqueda de ´tranquilidad y descanso´, algo que solo un 2% de los turistas busca en Ibiza.

Con respecto a la misma encuesta del año pasado, ambas islas empeoran sus valoraciones en tres de las cuatro categorías en las que los turistas enjuician el valor y estado de los servicios de las Pitiusas.