La Policía Nacional reveló ayer que el presunto líder de la red de blanqueo de capitales y extorsión, que fue desarticulada el 14 de julio en Ibiza con la detención de doce personas, gestionó desde la isla la venta de 200.000 fusiles de asalto Kalashnikov AK-47, así como lanzamisiles y tanques a Sudán del Sur, «un país en permanente estado de guerra», destacaron los investigadores.

El presunto jefe de este grupo, el empresario y exmilitar francés de origen polaco Pierre Konrad Dadak, que se instaló en Ibiza en el año 2012, donde adquirió un terreno y una mansión en Caló d´en Real que acabó convirtiendo en un fortín con habitación del pánico incluida, organizó desde la isla un complejo entramado empresarial con el que se dedicaba, presuntamente, al tráfico de armas y contaba con una importante red de contactos internacionales, siempre según las investigaciones llevadas a cabo por la Policía Nacional.

De hecho, incluso llegó a utilizar el avión presidencial de Gambia para vender armamento, incluido el material bélico presuntamente adquirido por el Gobierno de Sudán del Sur, subrayó la Policía Nacional.

Algunos de los detenidos, destacó la Policía, están relacionados con la empresa militar de seguridad de Estados Unidos Blackwater, y otros mantienen contactos con el Clan Barresi, uno de los más destacados de la mafia marsellesa, según las investigaciones.

Dadak fue arrestado a primera hora de la mañana del 14 de julio en su casa de Caló d´en Real, en el municipio de Sant Josep, por agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional, que se tuvieron que emplear a fondo, ya que, al parecer, el sospechoso no puso las cosas fáciles.

Esa mañana en Ibiza fueron arrestadas otras once personas mientras, al mismo tiempo, las Policías de Bélgica, Suiza y Alemania realizaron registros en oficinas y despachos de abogados en estos países, donde los agentes intervinieron documentación que, supuestamente, prueba un presunto fraude fiscal de 12 millones de euros que esta organización llevó a cabo mediante el sistema conocido como ´carrusel del IVA´, que aprovecha las lagunas del actual régimen de tributación por IVA de las operaciones entre distintos países de la Unión Europea, que están exentas del pago de este impuesto.

A estos 12 millones de euros hay que sumar los 15 millones que, supuestamente, la organización blanqueó en la isla mediante la compra de propiedades inmobiliarias, así como a través de la adquisición de vehículos de lujo e incluso aviones privados.

El dinero procedía, remarca la Policía, tanto de la venta de armas en algunos países africanos como de extorsiones presuntamente realizadas a empresarios, informó la Policía Nacional.

Esta larga operación policial, bautizada como Cardón, está dirigida por el Juzgado de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional, que atribuye a la red los presuntos delitos de blanqueo de capitales, extorsiones y amenazas a empresarios -incluso también a un cónsul en España de un país africano, según la investigación-, además de tráfico de armas, desde fusiles de asalto como los AK-47 vendidos en Sudán del Sur, a lanzagranadas y tanques.

Para realizar extorsiones a los empresarios, el grupo contaba con el apoyo de otra organización criminal de origen neerlandés.

Entre los arrestados en Ibiza figura un policía local del municipio de Sant Josep que, presuntamente, suministraba información y realizaba gestiones para esta red de blanqueo a cambio de una compensación económica, reveló ayer la Policía Nacional.

Las investigaciones contra el grupo que supuestamente dirige Dadak comenzaron en el año 2012, cuando los agentes detectaron en la isla a un hombre que disfrutaba de un muy elevado nivel de vida y que tenía un pasaporte diplomático de Guinea Bissau que carecía de validez, y con el que se hacía pasar por consejero económico del primer ministro de este país.

Al parecer, en la mansión de Caló d´en Real llegaron a instalar unas placas que decían que la residencia era un consulado.

Los investigadores descubrieron que esta mansión de Sant Josep había sido adquirida a través una de las sociedades de la red con el fin de ocultar su verdadera titularidad y el origen de los fondos con los que se había realizado la compra. Los vehículos de lujo, que cambiaban con habitualidad, también fueron comprados mediante el mismo sistema.

La actividad delictiva del grupo también consistía en realizar extorsiones y cobros de deudas a varios empresarios en territorio español. La red les amenazaba y utilizaba a sus escoltas, algunos de ellos exmilitares de las fuerzas especiales de Polonia, para intimidarles.

El grupo contaba con el apoyo de un ciudadano de Países Bajos, presunto miembro de otra organización criminal neerlandesa que encargaba a terceras personas la realización de estas extorsiones.

Los investigadores de la Policía Nacional constataron que varios miembros de la organización se trasladaron a la ciudad de Marbella para localizar a la familia de un empresario extorsionado al que querían cobrar una deuda de cuatro millones de euros, destacaron ayer los investigadores.

Diez extorsionados en Ibiza

En Ibiza la Policía Nacional descubrió que al menos diez empresarios fueron supuestamente extorsionados por esta red, si bien sólo uno de ellos se atrevió a interponer una denuncia. El empresario ibicenco presentó en 2015 en la Guardia Civil una denuncia por presuntas extorsiones y amenazas. Varios de estos empresarios españoles pertenecen al sector de la construcción.

La investigación y posterior desarticulación del grupo ha corrido a cargo de la Brigada Central de Crimen Organizado Transnacional con el apoyo del Grupo de Investigación Patrimonial de la UDEF, cuyos responsables, a través del Juzgado de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional, solicitaron a Europol la colaboración de las policías suiza, alemana y belga.

"Obsesionado" con la seguridad

La Policía Nacional destacó que Pierre Konrad Dadak está obsesionado con la seguridad y que tenía contratados varios escoltas privados, entre ellos algunos exmiembros de las fuerzas de especiales del ejército polaco. «Había convertido su mansión de Sant Josep en una fortaleza con sofisticados sistemas con los que intentaba eludir una posible acción policial», resaltó la Policía. La red invirtió más de 200.000 euros en sistemas de seguridad, incluidos sensores de movimiento e infrarrojos y cristales blindados en ventanas y puertas.

Los agentes del GEO detuvieron en la mansión de Caló d´en Real a varios escoltas de Dadak, mientras que él se refugió en una especie de habitación del pánico. Las fuerzas especiales tuvieron que tumbar la puerta de este habitáculo con el fin de acceder al acusado y detenerlo.

Cuando finalmente lo consiguieron, el sospechoso intentó escapar por una ventana, pero fue capturado por los agentes. Allí, en la casa, la Policía Nacional intervino gran cantidad de documentación y cuatro vehículos de lujo: un Bentley, un Ferrari, un Rolls Royce y un Lamborghini.

De los doce arrestados, siete quedaron en libertad con cargos tras declarar en la comisaría ibicenca del Cuerpo Nacional de Policía, incluido el agente de la Policía Local de Sant Josep, al que se le atribuye la presunta comisión de un delito de cohecho. El Ayuntamiento informó el pasado miércoles de que, por el momento, no ha tomado medidas contra este agente, porque, según dijeron, no conocían aún el motivo exacto por el que fue detenido. Al parecer, los agentes supieron de este presunto cohecho a través de las escuchas telefónicas a las que sometieron al grupo.

En Madrid

Los otros cinco detenidos fueron trasladados a Madrid el mismo 14 de julio. Allí fueron interrogados por el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, que decretó prisión provisional sin fianza para Dadak y para su expareja, la ucraniana Katerina Dirgina, a los que los investigadores consideran los jefes de la trama.

El resto quedó en libertad con cargos. Los detenidos son de nacionalidad francesa, polaca, ucraniana, holandesa y española.