El tráfico de avionetas y jets privados se ha estabilizado en los dos primeros meses de la temporada de este año en el aeropuerto de Ibiza. Si en mayo la estadística de Aeropuertos Nacionales y Navegación Aérea (AENA) reflejó un ligero incremento tanto en el número de aterrizajes y despegues (0,5%) como en el de pasajeros de este tipo de transporte (2,1%), las cifras bajaron en junio.

En mayo se registraron en la pista de es Codolar 934 movimientos de aeronaves privadas, que arrojaron un saldo de 2.229 pasajeros. En junio, el número de aterrizajes y despegues fue de 1.345, lo que representa un descenso del 1,6% con respecto al mismo mes de 2015. En cuanto al pasaje de estos vuelos, se situó en 3.308 viajeros, una subida del 1%.

El tráfico de este tipo de aeronaves ha crecido tanto en los últimos años que, en momentos puntuales del verano, no hay sitio para acoger toda la demanda de estacionamiento. Hasta tal punto que muchos pilotos, después de dejar al pasaje en Ibiza, deben volar hasta los aeropuertos de Palma o Valencia para regresar a las Pitiusas cuando el pasaje del jet les reclama.

El director del aeropuerto, Roberto Llamas, explicó hace unos meses que sólo falta un informe de impacto ambiental que tiene que elaborar el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente para iniciar la ampliación de la plataforma para el estacionamiento de jets, avionetas y aerotaxis.

La tramitación de este proyecto se retrasó por la oposición del Consell a que se destruyeran varios elementos patrimoniales presentes en el solar que se ocupará, propiedad de AENA.