­«¿Las viviendas vacacionales que no están dadas de alta como alojamientos turísticos cobrarán la ecotasa? ¿Si un huésped tenía una reserva del 27 de junio al 5 de julio, tiene que pagar la nueva tasa cada día o solo a partir del 1 de julio? y ¿cuáles son las bonificaciones de este impuesto?» Estas son algunas de las cuestiones que respondió la directora de la Agencia Tributaria de Balears, Maria Antònia Truyols, en la reunión informativa sobre el nuevo tributo del Govern, que se celebró ayer por la tarde en el Consell y a la que asistieron cerca de cien personas.

Para comenzar, Truyols recordó que este impuesto, cuya aplicación entró en vigor el 1 de julio, grava la capacidad económica de la persona «por razón de las estancias que se haga en establecimientos turísticos». El decreto enumera, entre otras estancias, los hoteles, agroturismos, viviendas vacacionales y «viviendas objeto de comercialización turística que no cumplan con los requisitos establecidos para ello en la normativa autonómica y que, por lo tanto, no sean susceptibles de inscripción de acuerdo con la legislación turística vigente». Consciente de que las patronales hoteleras se quejan de que los que se alojen en pisos turísticos no regulados no abonarán la ´ecotasa´, Truyols se adelantó a las críticas e insistió en que «la vivienda irregular también tributará». «Es una vivienda vacacional aquella que presta servicios propios de la industria hotelera, como la limpieza diaria de las habitaciones y el cambio de sábanas y que ofrezcan comidas en sus estancias», recordó la directora de la Agencia Tributaria de Balears, que estuvo acompañada por la directora general de Turismo del Govern, Pilar Carbonell, y el director insular de Turismo del Consell, Vicent Torres, Benet.

Sin embargo, para gravar a aquellos que no cumplen con todas las condiciones, pero que ofrecen sus viviendas como turísticas, Truyols insistió en que tienen un as bajo la manga: «Hemos establecido una presunción: cualquier alojamiento de temporada objeto de comercialización turística por un periodo inferior a dos meses tiene que tributar como estancia turística», destacó Truyols. Como consecuencia, «se invierte la carga de la prueba». Es decir, para evitar la tributación del nuevo impuesto del Govern, el titular del alojamiento tiene que demostrar que el uso no es turístico, sino que se rige bajo la Ley de Arrendamientos Urbanos. Para convencer a la Agencia Tributaria de Balears necesitará el contrato y probar que se ha cobrado un depósito.

Truyols también recordó que la inclusión de las viviendas turísticas ilegales es una de las mejoras del nuevo impuesto frente a la ecotasa aprobada en 2001. Otra de las novedades es la incorporación de las embarcaciones de crucero turístico cuando realicen escala en un puerto de Balears.

Cobro del impuesto

A continuación, Truyols resolvió las dudas que los asistentes le manifestaron en cuanto al cobro de esta tributo. El devengo debe hacerse al inicio de cada estancia y se computa día a día. No obstante, precisó que solo se gravan las estancias de los turistas a partir del 1 de julio, es decir, de la entrada en vigor del decreto del Govern. «¿Qué pasa si una persona entró en el hotel el 29 junio y se fue el 5 de julio? El huésped solo pagará del 1 al 5 de julio», apuntó la experta, que añadió que «las doce primeras horas de una estancia no generan impuestos». Por ejemplo, «si un piloto reserva una habitación para dormir solo tres horas, por ejemplo, no paga el impuesto».

Tras esta explicación, una persona del público preguntó si los hoteleros podrían cobrar el gravamen a los turoperadores «para dejar tranquilo al turista» y mantener el mismo precio a sus clientes. «No se debe mezclar el impuesto con el IVA y sea cuál sea la fórmula, se debe reflejar este concepto [la ecotasa] en la factura», respondió Truyols. Otro asistente le planteó la situación de si un cliente se niega a pagarlo. «¿Qué hace usted cuándo no le pagan la cena en el restaurante de su hotel? Se tiene que cobrar el impuesto como un servicio más», manifestó Truyols. Esta fue una de las pocas preguntas que creó tensión en la reunión, que duró dos horas. «Tenía miedo de que me corrierais a gorrazos, pero habéis sido muy educados», bromeó Truyols, que fue despedida entre aplausos por los asistentes.