La conselleria de Servicios Sociales del Govern, Fina Santiago, está elaborando un plan para poder hacer frente a la gran demanda de plazas de residencias asistidas que tiene Balears. Según sus estimaciones, levantar otra más de 120 plazas en Ibiza permitiría absorber las 140 personas que a día de hoy están en lista de espera para ser internadas en las que ya existen. En el conjunto del archipiélago Santiago cree que se necesitan ocho residencias.

Pero en el caso de las Pitiusas, y también de Menorca -la lista de espera en esa isla es de 120 personas-, tendrán que esperar. La prioridad es para Mallorca en este caso, explica la consellera, donde hay 900 personas esperando a conseguir una plaza interna. Harían falta seis geriátricos. Sobre todo en el entorno de Palma, que concentra más de la mitad de esa demanda.

A día de hoy, incluso si se le ofreciera un terreno a la conselleria en Ibiza para ese centro, la prioridad «objetiva» seguiría estando en Mallorca, admite Santiago. Una nueva residencia permitiría alcanzar «una situación óptima» en la isla cuanto a la ratio de plazas por habitante, aunque está «en un segundo nivel de prioridad». Aunque la necesidad de plazas sigue incrementándose, sobre todo a medida que envejecen los nacidos a partir del baby boom de los 50.

Otra posibilidad es la reconversión de edificios ya existentes para acoger nuevos centros asistidos. El candidato ideal en Ibiza para este fin sería el viejo Can Misses, aunque «hace falta una propuesta para la infraestructura completa, no solo un acuerdo para la cesión de dos plantas».

En la Comunitat hay una lista de espera de 1.400 ancianos que están pendientes de poder ingresar en las dependencias públicas. El objetivo del Govern, según relató Fina Santiago, es que se pueda construir una residencia cada año, aunque la consellera asume que las limitaciones presupuestarias y la necesidad de todo tipo de infraestructuras lo hacen complicado. De hecho, reconoce que «hacer las ocho es imposible».

Construir una nueva residencia para personas asistidas tiene un coste aproximando de 8 millones de euros. El Govern confía en poder edificar, como mínimo, una cada año durante esta legislatura. No obstante, mientras esto ocurre, están trabajando en la recolocación de las personas con más necesidades en los diferentes geriátricos de los pueblos y concertando plazas en las privadas. Lo ideal son centros de 120 plazas por su operatividad.

Balears cuenta con los ratios del número de residencias más bajos de Europa. En las islas solo hay cinco plazas de residencias por cada 100 habitantes mayores de 80 años, cifra por la que se mide la oferta sociosanitaria de un territorio. Está muy por debajo de la media de España,13,7 plazas por cada 100 personas de más de 80 años. Si lo comparamos con los países europeos, la diferencia es abismal. Francia tiene 19,6 plazas por cada 100 habitantes mayores de 80 años y Alemania llega a las 16,7 plazas.

La consellera Santiago apuntó otro dato revelador que indica que Balears necesita con urgencia incrementar su oferta pública de servicios sociosanitarios. La oferta pública de residencias de ancianos únicamente llega al 50%. «¿Qué pasaría si, por ejemplo, la sanidad pública solo llegara al 50% de la demanda?», se preguntó la titular de Servicios Sociales del Govern. Acto seguido respondió a su pregunta: «No se podría admitir que los hospitales públicos solo supusieran la mitad de lo que necesita una comunidad».