­El alcalde de Sant Joan, Antoni Marí, Carraca, iniciará conversaciones con la propiedad del terreno donde se alzan las ruinas del edificio inacabado de los años 70 diseñado por el reconocido arquitecto Josep Lluís Sert para buscar un posible su compra y posterior «demolición» de la estructura. Marí defiende que el primer paso para recuperar este paraje pasa por «un entente» con los propietarios.

El primer gobierno autónomo progresista presidido por el socialista Francesc Antich (1999-2003) proyectó destinar parte de los fondos de la ecotasa a la demolición de las ruinas, pero, según destaca el alcalde, el pacto de izquierdas «se olvidó de lo más importante: que existen unos propietarios». «Lo primero que se tendría que haber hecho es negociar con ellos para tratar de llegar a un acuerdo, y no se hizo. Sólo se removió el hormiguero. Se crearon unas expectativas, que posiblemente estaban aletargadas, y salieron a flote», sostiene Marí.

Desde entonces, se han planteado distintas iniciativas para aprovechar parte de la estructura al objeto de darle algún uso que fuera «viable».

En su día, el propio Ayuntamiento propuso reconvertir parte de la construcción en un centro de talasoterapia, proyecto que hoy en día está «totalmente descartado», según el alcalde. «Un proyecto de este tipo podría ayudar a amortizar la compra. En ningún caso se habla de viviendas ni nada de este estilo. La ley prohíbe construcciones habitacionales dentro del espacio de protección de 100 metros de costa. En Cala Xarraca hay un bar-restaurante en la zona de Costas y, por cierto, no funciona mal», advierte.

Acto seguido, el alcalde matiza que «no se ha hablado» de la posibilidad de dar algún tipo de aprovechamiento turístico a parte de la estructura. «No nos podemos aventurar en lo que no se ha hablado. Ahora estamos en la decisión de buscar un acuerdo con los propietarios para derribar lo existente». ¿Todo? «Todo», responde categórico Marí.

A mediados de 2013, el Ayuntamiento denegó la solicitud de una promotora británica para construir un hotel de lujo, con 100 habitaciones, en Cala d´en Serra aprovechando las ruinas existentes. Los servicios jurídicos del Consistorio informaron en contra de la petición defendiendo que los terrenos en los que se encuentra este edificio en ruinas está estrictamente protegido por la Ley de Espacios Naturales (LEN) con la categoría de Área Natural de Especial Interés (ANEI), aparte de estar afectada por la ley de Costas al situarse en la zona de protección de 100 metros.

Al ser preguntado sobre la posibilidad de que el Ayuntamiento forzara el derrumbe de la construcción abandonada sin necesidad de comprar el terreno, el alcalde responde: «Sin llegar a un acuerdo con los propietarios, se les puede dar un plazo para que lo derriben y, si no lo cumplieran, hacerlo [el Consistorio] de forma subsidiaria. Pero la propiedad, que yo entiendo que es algo sagrado, seguirá reclamando. Por tanto, el primer paso debe ser negociar». Marí recuerda que, en su día, «se hizo una inversión al amparo de una licencia municipal», ya caducada, eso sí. «Negociar no supone pagar muchos millones, si no saber hasta dónde pueden llegar las dos partes», agrega.

Marí sostiene que no puede avanzar cifras económicas sobre el coste del terreno, pero admite que los propietarios tienen «la voluntad de llegar a un acuerdo» porque «las cosas se eternizan». El alcalde prevé que el Consell y el Govern ayuden económicamente al Consistorio si logra un acuerdo, aunque aún no lo ha solicitado: «Primero hay que saber si es viable y después se buscarán diversos caminos».

Fondos del impuesto turístico

Precisamente, el grupo del PP en el Parlament balear ha presentado recientemente una proposición no de ley, firmada por al diputada y concejala de Sant Joan Tania Marí, para instar al Govern a incluir «como proyecto prioritario a ejecutar con cargo al fondo del impuesto sobre estancias turísticas, el derribo de la construcción en ruinas de Cala d´en Serra y devolver a su estado original el espacio, de alto valor paisajístico».