Un grupo de 12 vecinos de los alrededores del solar del antiguo hospital de Dalt Vila, entre la calle Hospital y la ronda Calvi, se han unido para intentar evitar que se edifique en este solar, «valioso» por los hallazgos arqueológicos que están enterrados. La preocupación de los residentes por el entorno de este terreno, «el último que queda sin construir», recalcan los residentes, se debe a que recientemente se ha vendido.

Una de las vecinas afectadas optó a la adquisición del solar para reconvertirlo en «un jardín», con el atractivo de los restos arqueológicos que podrían «visitar los ciudadanos», pero asegura que «por poco» (la oferta económica que puso sobre la mesa) no lo logró. No desiste en su empeño y cuenta con el apoyo de otro vecino, que también está interesado en pujar conjuntamente de nuevo por el terreno, para tratar de salvar el solar del cemento, según explica. Por el momento, los vecinos han recogido una docena de firmas para reivindicar en el Ayuntamiento que se frene cualquier promoción inmobiliaria en esta zona. Se temen que el nuevo propietario tenga la intención de levantar un establecimiento hotelero, aunque no tienen ninguna prueba de ello.

Algunos de los vecinos que han firmado en contra del desarrollo urbanístico del solar. Foto: E.R.

Una portavoz del Consistorio señaló a este diario que diversos promotores han consultado recientemente en el Ayuntamiento la situación urbanística del solar. No se ha presentado ningún proyecto alternativo al que se presentó en 2005, consistente en la construcción de una vivienda con planta baja y dos alturas. El edificio debe respetar la misma volumetría del antiguo hospital, según especifica el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) de Dalt Vila.

Fase arqueológica pendiente

De todos modos, antes de cualquier actuación urbanística, el promotor debe llevar a cabo la segunda fase del estudio arqueológico del terreno y cuyo resultado puede afectar al desarrollo del proyecto, según las fuentes municipales consultadas. La Comisión de Patrimonio del Consell (Ciotupha) tiene la última palabra.

El antiguo hospital era propiedad del Ayuntamiento de Ibiza, pero en 1994 lo vendió a una promotora que proyectaba construir viviendas. El proyecto preveía la demolición de los restos del antiguo edificio y la excavación del subsuelo para construir un aparcamiento, según cuenta la Enciclopèdia d´Eivissa i Formentera, que destaca «la importancia histórica» de este emplazamiento. Forma parte de la vila superior del recinto medieval y se encuentra junto a la Almudaina y el paseo de la ronda Calvi, donde se han hallado «importantes restos de la muralla medieval».

Por ello, se aprobó un plan de sondeos arqueológicos previos al desarrollo urbanístico del solar. Durante la primera campaña, que se hizo entre octubre y noviembre de 1996, se excavó la zona situada junto a la ronda Calvi y el área libre situada al norte, donde se proyectaba construir una piscina. Se confirmaron los datos documentados en el siglo XVIII y XIX referentes a un cementerio tras hallarse numerosas tumbas individuales. Incluso, según explica la enciclopedia, se documentó otra modalidad de enterramiento más compleja en fosas rectangulares muy alargadas construidas con losas de marés. Estas estructuras funerarias se hallaban en un nivel del terreno que databa del siglo XVI.

Durante la campaña de 1997 se excavó totalmente el sector del cementerio. Los restos humanos se trasladaron a una fosa común del cementerio nuevo de Vila. En la zona que ocupaba el jardín del antiguo hospital no se hallaron restos de cadáveres, pero sí de muros de edificios medievales que podrían estar relacionados con los encontrados en la ronda Calvi, según apunta la voz de la enciclopedia sobre el antiguo hospital de Dalt Vila.

La última intervención arqueológica en este terreno se produjo a principios de 1999, cuando ya se habían derribado los restos de la infraestructura (en 1998). Entonces, se excavaron casi 540 metros cuadrados en los que se hallaron sitges, pozos negros y cisternas, además de muros construidos en la época púnica.

La enciclopedia explica que en 1784 el primer obispo de Ibiza, Abad y Lasierra, creó el hospicio de Sant Rafel en una casa de este solar. En 1787 se cerró el cementerio de la plaza de la Catedral y se abrió otro en el solar del Hospital que se utilizó hasta 1814, cuando se habilitó el de ses Figueretes.

El hospital viejo se mantuvo en funcionamiento hasta mediados del siglo XX. Se abandonó cuando se construyó el Hospital Insular de la avenida de España, en el terreno que actualmente ocupa la sede del Consell de Ibiza.

Los vecinos también lamentan el estado del solar y de la valla metálica colindante con la ronda Calvi que se cae cuando se producen temporales. «No es de justicia tener esta zona así», denuncian.