Sobran los conductores que parecen creer que las aceras están para aparcar. El de la fotografía, captada el viernes, plantó su coche en medio de una cortando el paso de peatones en Ignasi Wallis, en Vila, y fue al cajero. Para rematar, cuando acabó con las gestiones bancarias, se marchó y dejó el vehículo allí ante el estupor de los testigos.