Desde el mes de mayo y principalmente en junio y durante todo el verano, incluso a pesar de la sequía, buena parte del campo pitiuso se tiñe de un suave morado y se cubre del inconfundible aroma de la frígola de Sant Joan (Thymbra capitata), tomillo aceitunero en castellano y probablemente la especie de frígola más conocida por todos los ibicencos y formenterenses. La frígola por antonomasia. No eres de Ibiza si no conoces esta planta, si de pequeño no has cogido sus flores y las has metido en un tarro de cristal para intentar conservar su peculiar aroma para siempre.

Y si bien en mayo ya empieza a florecer, se considera que el momento cumbre de su floración es hacia la mágica noche de Sant Joan, y de ahí su nombre y también su inevitable relación con ciertas propiedades extraordinarias. Y de esas propiedades surgió precisamente el agua de frígola, usada para combatir el dolor de estómago, los catarros, la bronquitis, la anemia o la tos y que tradicionalmente había que preparar, por supuesto, la noche de Sant Joan.

Taller de hierbas organizado por la Associacio? de Veins de Can Toma?s en el Aljub de Can Guerxó. Foto: Joan Costa

Incluso se usa para hacer desaparecer verrugas, es muy apreciada para la producción de miel y hay quienes sazonan su rudo vino payés con sus pequeñas y delicadas flores lilas, dispuestas en un característico racimo.

Los tomillos como esta frígola Thymbra capitata figuran entre los ingredientes principales del licor de hierbas ibicencas, junto a otras plantas como el hinojo o el romero, e incluso son protagonistas absolutos en el licor que, simplemente, se conoce con el nombre de frígola.

Denominación geográfica

En el año 1997, el Govern aprobó la denominación geográfica Herbes Eivissenques para proteger el nombre geográfico de tan popular licor, evitar la competencia desleal y garantizar la cualidad del producto.

Y, en la actualidad, cuatro empresas de las Pitiusas están registradas para poder elaborar y comercializar las hierbas con esta denominación geográfica: Aromáticas Ibiza SL (hierbas Marí Mayans), Can Rich de Buscastell, Destilerías Ibiza SL, y Fernando Ferrer Cardona.

Preparando hierbas en Can Guerxo. Foto: Joan Costa

Carlos Marí Mayans, como portavoz de la primera de ellas, apunta que ahora es el momento de recolectar las flores de Thymbra capitata para su posterior secado. Afirma que en Marí Mayans usan frígola recolectada en toda la isla, aunque destaca la cantidad que llevan a la destilería los payeses de Sant Joan. Y explica que, a pesar de que el cien por cien de las aromáticas que usan son silvestres y, por tanto, lo normal es que estén libres de productos químicos, las flores, por exigencias de la conselleria de Agricultura, pasan por un control fitosanitario en Barcelona. También se realiza una comprobación del rendimiento de los principios activos de la flor.

Otras hierbas

Desde Bodegas Can Rich, Antonio Costa resalta que la frígola de Sant Joan no sólo es uno de los ingredientes sino que «es una de las plantas más importantes en la elaboración de nuestro licor de hierbas ibicencas».

Por otra parte, más allá del peso que la frígola de Sant Joan tiene en la elaboración de la bebida más famosa de la isla, se usan otras hierbas aromáticas como romero, hinojo, eucaliptus, orégano, menta, hierbabuena, lavanda, ruda, salvia o camomila. Y limón y naranja. Todo ello macerado en anís, dulce o seco, o una mezcla de ambos preferentemente. La clave de toda receta, donde se detecta al más hábil y al experto, está en saber combinar las cantidades de cada planta para conseguir un licor ámbar con el mejor sabor.