La clásica foto de es Vedrà tomada desde el barranco bajo la torre des Savinar, la que todo turista quiere llevarse de su estancia en la isla, tiene dueño. Y la alquila. Ayer un grupo de visitantes se dieron de bruces con esta realidad cuando trataron de acceder a la explanada con mejores vistas del peñón y se la encontraron perimetrada por un grupo de personas que impedían el paso alegando que se iba a celebrar una boda.

Para el evento se instalaron sillas formando un anfiteatro frente a un altar instalado cerca del precipicio, según se aprecia en las imágenes. Las personas que impedían pasar más allá llegaron a amenazar con agredir al grupo de turistas, según explicaron a esta redacción, sin dar ninguna explicación de las autorizaciones que pudieran tener para impedir el paso.

La concejala de Gobernación de Sant Josep, Paquita Ribas, explicó que al parecer los dueños de este terreno habían autorizado el evento y que, al tratarse de un lugar privado, «no hay problema» para este tipo de actividad «si no causa molestias a los vecinos».

Ribas añadió que, a pesar de estar situado en un precipicio que cae prácticamente sobre el mar, este espacio no pertenece a la zona de dominio público marítimo terrestre.