La memoria del Centre de Atenció a les Drogodependències revela significativas diferencias de género en cuanto al consumo y adicción a las drogas. Así, mientras que las mujeres son las únicas tratadas por problemas con hipnóticos y sedantes, en el resto de sustancias «el porcentaje está en torno al 80% de hombres y 20% de mujeres», resalta la coordinadora del CAD, Marina Lloves.

«Es como si las mujeres tuviéramos un factor de protección de algún tipo, quizás cultural, un poco del rol que tenemos en la sociedad», opina Lloves.

Concretamente, de los 274 pacientes atendidos por abuso o dependencia de opiáceos, el 79% fueron hombres y el 21% mujeres. En el caso del alcohol, el porcentaje se sitúa en el 75% y 25%, respectivamente, de los 254 pacientes. Y en el de cocaína incluso disminuye aún más para las mujeres, puesto que de las 141 personas que fueron tratadas en el servicio, el 84% eran hombres y el 16%, mujeres. La diferencia porcentual baja en el caso del abuso de cannabis, ya que de las 46 personas atendidas, el 33% de ellas eran mujeres y el resto, hombres.

Con las anfetaminas y drogas de diseño sucede lo contrario a lo que pasa con los hipnóticos y sedantes: si de los segundos solo se atendió a mujeres, a cuatro, concretamente, de dependencia de los primeros solo fueron tratados hombres, un total de siete.

El CAD no solo atiende a personas drogodependientes sino que ve también casos de otras conductas adictivas. En este sentido, tuvieron 12 pacientes con ludopatía, de los que el 83% eran hombres y el 17%, mujeres.