Zoe Velasco y Violeta de la Fuente, ambas compañeras de clase del colegio Sant Jordi, han descubierto que llevan dentro a dos auténticas exploradoras, acróbatas, actrices, escritoras y aventureras. Y todo eso en apenas dos días. Ellas, junto con sus compañeros de curso, han sacado su lado más creativo y artístico acampando en Cala des Jondal dentro del programa Diverestiu del Consell, que ofrece pasar dos o tres días en el recinto con el aliciente de poder participar en actividades muy estimulantes.

«Nos lo estamos pasando muy guay, sobre todo me ha gustado la gincana nocturna con linternas para buscar cosas escondidas», explicaba Violeta, mientras que Zoe añadía que ha disfrutado especialmente las acrobacias en el aro de las actividades circense. Hizo todo tipo de piruetas gracias en parte a que practica gimnasia rítmica y está muy en forma. Pero lo que más les ha gustado a las dos ha sido estar con sus amigas de acampada.

Las dos asociaciones que se han encargado de organizar el campamento son Ibiza Omega y Es Molí d´Ibiza. Los monitores de ambas han preparado actividades que se centran sobre todo en el circo y en el teatro, con el objetivo de sacar la creatividad de los niños, desinhibirles y demostrarles que con valentía y un poco de práctica no se les resisten ni los zancos ni el monociclo.

Óscar Sánchez, de Ibiza Omega y experto en circo, relataba ayer que es un proyecto innovador de acampada «porque promueve la fantasía, la imaginación y la creatividad del niño, algo fundamental hoy en día». «Qué mejor forma que hacerlo con una actividad al aire libre que también fomenta la autonomía de los chavales», subrayaba.

Por su parte, Alejandro Vide, de Es Molí d´Ibiza, destacaba además que los niños y niñas han creado los textos de las obras de teatro que se han ido representando. «Algunas nos han dejado bastante impresionados, de verdad. Les hemos dado cinco palabras clave para encaminarles hacia un ambiente determinado de la escena principal en una obra y después han trabajado en grupo para montar la pieza y los personajes. Así aprenden también a resolver conflictos porque siempre surgen divergencias en el proceso creativo», relataba Vide, muy contento del resultado de esta actividad.

«Nos hemos encontrado con unos guiones muy originales y auténticos», valoraba también Óscar Sánchez. Este último dirigió sobre todo las actividades circenses en las que los chavales están comprobando «de qué son capaces».

Así, con un poco de confianza en sí mismos y entrenamiento, los alumnos de Sant Jordi consiguieron ayer subirse a monociclos o zancos, hacer equilibrios sobre una pelota gigante o colgarse de un aro como profesionales del trapecio. «Ellos tienen la capacidad y las herramientas, solo necesitan un espacio en el que poder hacerlo», subrayaba Sánchez.

«Lo que más cuesta es que se desinhiban, por ejemplo, a la hora de hacer teatro pero, en realidad, en cuanto les das un par de claves lo hacen enseguida; en cuanto se ponen una peluca o un pequeño disfraz se meten en sus personajes», añadía Vide.

Poco a poco, los monitores han conseguido «que se suelten y muestren todo lo que tienen dentro y que superen sus límites. Nos encanta ver la expresión de sus rostros cuando consiguen hacer algo que creían imposible», valoraba por su parte Sánchez.

El conseller de Juventud y Deportes, Fernando Gómez, visitó ayer el campamento, aplaudió los avances de los chavales en las actividades de circo e incluso insistió mucho en que ninguno hiciera ninguna pirueta circense sin la supervisión de un monitor.