El Ayuntamiento de Sant Josep informó ayer de que ha sancionado con 12.001 euros a Fiesta Hotels & Resorts, propietario del Ushuaïa de Platja d'en Bossa, por una «infracción muy grave a la ordenanza municipal» de ruidos y vibraciones.

La multa es el resultado de un expediente sancionador abierto tras una sonometría realizada en julio del año pasado, después de que la Policía Local recibiera diversas denuncias de vecinos de la zona por el nivel de ruido provocado debido al «elevado volumen de la música», según informó ayer el Consistorio a través de un comunicado.

Los hechos ocurrieron en torno a las 23.20 horas de la noche del 13 de julio de 2015, cuando agentes municipales accedieron al local para realizar tres mediciones con el sonómetro.

La primera medición arrojó un resultado de 69 decibelios, mientras que las dos siguientes indicaron un nivel de ruido de 70 decibelios.

En las tres pruebas se constató que se triplicaba el máximo permitido en horario nocturno por la ordenanza municipal, que son 20 decibelios.

A raíz de estos resultados, el Consistorio inició un expediente sancionador, que no se ha podido resolver hasta ahora debido «a que la tramitación ha sido larga», informa Sant Josep. Fiesta Hotels presentó varias alegaciones contra la sanción.

Entre sus argumentos, la cadena hotelera propiedad del establecimiento sostenía que «en la práctica», en la zona de Platja d'en Bossa es habitual que haya mucho ruido. La parte denunciada también solicitaba que, en caso de aplicarse la sanción, esta se considerara «menos grave».

Alegaciones desestimadas

El equipo de gobierno decidió desestimar todas estas alegaciones. Por una parte, se ha considerado muy grave la infracción porque, según la ordenanza municipal de ruidos, «se ha superado en 15 decibelios o más el máximo permitido por ley».

Por otra parte, la Corporación local entiende que «la cualificación acústica de la zona no tiene como consecuencia el incumplimiento de la obligación de mantener los niveles acústicos exigidos, sino todo lo contrario, por parte del Ayuntamiento hay una intensa labor de inspección y concienciación acústica».

El «efecto disuasorio»

La concejala de Gobernación, Paquita Ribas, espera que esta sanción «tenga un efecto disuasorio», ya que el objetivo final de la ordenanza de ruidos es «garantizar los derechos de los vecinos y mejorar la convivencia».

En su nota, el equipo de gobierno del Ayuntamiento añade que se han hecho alegaciones por parte de la propiedad y finalmente se ha llegado a la resolución del expediente, que ya ha sido notificada a la cadena propietaria de Ushuaïa, con 12.000 euros de multa que esperan desde el Consistorio que se haga efectiva «pronto».

También confían en que «ayudará a que en un futuro no haya esta presión y ruido sobre los ciudadanos», lo que se persigue con las ordenanzas. «No hablamos de hacer caja, sino de conseguir una mejor convivencia unos con otros», concluye la nota del Ayuntamiento de Sant Josep.