La desigual evolución de las economías de Ibiza y Menorca en los últimos 15 años queda reflejada en la valoración de sus correspondientes VAB (valor de los bienes y servicios de sus diferentes sectores productivos) elaborada por la Fundació Impulsa Balears de la patronal CAEB. Este parámetro económico asciende en Ibiza a 2.928 millones de euros, mientras que en Menorca se sitúa prácticamente en la mitad: 1.564 millones. Esta cifra es casi la misma que otorga esta estadística sólo al municipio de Vila, cuya economía está tasada en 1.447 millones de euros.

Según datos de 2014, en el conjunto de Balears, el VAB se sitúa en 23.981 millones, de los que 201 millones corresponden a Formentera, 19.289 a Mallorca y a Ibiza y Menorca, los ya apuntados 2.928 y 1.564 millones de euros.

El director técnico de la Fundació Impulsa Balears, Toni Riera, explica por qué hay tanta diferencia entre dos islas cuyas economías están basadas en el turismo. «En estos últimos 15 años Menorca no había crecido e Ibiza sin embargo ha registrado un crecimiento muy fuerte, por lo que la distancia entre las dos economías se amplía muchísimo; Ibiza siempre ha ido por delante».

Especialización de la economía

Los motivos de este crecimiento dispar están claros para Riera: ««Influyen varias cosas. La primera es la mayor presencia del sector servicios en Ibiza, aunque la tercialización de la economía es muy elevada en todas las economías baleares. La diferencia más importante depende sobre todo de la especialización de estos territorios, en qué tipo de actividad se está concentrando y todo lo que llevan asociados».

Este crecimiento económico del último quindenio ha permitido que Ibiza se desmarque del resto de las islas. «De alguna forma, sí», apunta Riera. «Lo que está claro es que Ibiza es un territorio dinámico desde el punto de vista de generación económica y que ese dinamismo es creciente. Las estructuras económicas como la ibicenca evolucionan con el tiempo, y desde el año 2000 Ibiza tiene una huella mayor en la economía del conjunto de Balears».

Ibiza tieme más peso

En resumidas cuentas, el peso económico de Ibiza es mayor que el político que se le otorga para el reparto y la distribución de inversiones o ayudas. «Su huella en la economía balear ha crecido en estos años», reitera el responsable de la Fundació.

Pero esta especialización tan acusada de la economía pitusa puede tener consecuencias a medio y largo plazo.

El experto de la patronal CAEB insiste en que el nivel de bienestar social no ha crecido en paralelo al económico (ver información relacionada en la edición de Diario de Ibiza del pasado 18 de mayo).

Esto significa que la economía ibicenca «crece pero con patrones que son más propios de una economía que todavía se encuentra en una fase de desarrollo, media, y no tan avanzada como lo que le correspondería».

«Lo que pone de manifiesto el desajuste entre crecimiento y bienestar -abunda Riera-, que se observa en todas las islas, es que Ibiza no está gestionando adecuadamente su nivel de desarrollo».

¿Y cómo puede cambiar esta dinámica? «Hay que activar las palancas de la innovación, del capital humano (mejorando la formación de los trabajadores), de la tecnología y de la sofisticación empresarial... Estos mecanismos no están jugando todo el rol que deberían y que sí juegan en economías más competitivas de Europa. Este sería el salto importante» para el sector productivo pitiuso, señala Toni Riera.