La Fundación de Atención a la Dependencia, de la conselleria balear de Servicios Sociales y Cooperación, investiga las circunstancias que rodean el fallecimiento de un usuario de la residencia de mayores Can Blai, en Santa Eulària. Se ha abierto un expediente informativo para aclarar las causas del deceso ante las sospechas de que se pudiera haber producido una negligencia, según confirmó una portavoz de la conselleria balear, al tiempo que se ha suspendido de empleo y sueldo al director del centro, Pedro Codes, y se ha despedido a una persona (auxiliar clínico, según diversas fuentes) que trabajaba durante el turno en el que se produjeron los hechos.

La investigación podría centrarse en si se sirvió la comida al usuario fallecido en las condiciones especiales que este necesitaba, según las fuentes consultadas, aunque la conselleria balear de Servicios Sociales apeló a «la prudencia» y rehusó dar detalles sobre lo ocurrido en el centro sociosanitario. «Sería imprudente», justificó la portavoz del Govern, que puntualizó que se trata de «un caso aislado y puntual».

Tampoco se quiso precisar la fecha en que se produjo el fallecimiento, solo que no es reciente, en referencia a que no ha ocurrido «en la última semana». La conselleria balear de Servicios Sociales, que gestiona el servicio de las residencias de Can Blai y Can Raspalls, ha actuado, sin demora alguna, según la portavoz, en el momento en que la dirección del centro le informó de los hechos. No ha habido ninguna denuncia por parte de los familiares del fallecido.

La Fundación de Atención a la Dependencia comunicó el pasado viernes al director de la residencia que quedaba suspendido de empleo y sueldo mientras se intenta aclarar si hubo alguna negligencia en la atención del usuario, y procedió también al despido de un miembro de la plantilla.

Inspección del Consell

La secretaria del comité de empresa dijo ayer a este diario que recibió la información de las medidas adoptadas por el Govern el viernes por la tarde, pero que, hasta el lunes, no sabrá las causas que las han motivado.

La consellera insular de Bienestar Social, Lydia Jurado, contactó ayer mismo con la gerencia de la Fundación para conocer lo ocurrido. La consellera evitó dar más información sobre la investigación abierta y se limitó a apuntar que en los próximos días el Consell ejercerá «la labor inspectora» que le corresponde y acudirá al centro para evaluar lo sucedido. «Hay que estar encima de un hecho de estas características», resaltó.

La residencia de Can Blai empezó a funcionar con la fórmula de gestión privada, pero problemas en el servicio denunciados por familiares de los usuarios obligó al Consell a rescindir en 2007 el contrato (con Aser) y recuperar el control. Los problemas de financiación del centro forzaron al anterior gobierno del PP a traspasar su gestión a la Comunitat Autònoma. Desde el 1 de enero de 2015, Can Blai es gestionado por la Fundación de Atención a la Dependencia.

El pasado martes la consellera balear de Servicios Sociales, Fina Santiago, reiteró en el Parlament el compromiso de que a partir de 2017 el Consell recupere de nuevo la gestión de Can Blai y Sa Serra con una dotación económica que se corresponda con «el coste real» del servicio que se presta.

Recientemente, el Govern ha tenido que intervenir para tratar de resolver las quejas denunciadas por familiares de internos en Sa Serra, que gestiona la empresa privada Novaedat. La consellera sostiene que la compañía cumple con las condiciones del contrato, salvo en el número de trabajadores. Novaedat se ha comprometido a corregir esta deficiencia.