­El irlandés Ian Francis Smith, de 38 años de edad, reconoció la acusación y, a través de su abogado, llegó a un acuerdo con el ministerio público mediante el cual aceptó una pena de seis años y un día de cárcel y una multa de 564.354 euros. Smith fue detenido el 31de julio del año pasado en el aeropuerto de es Codolar cuando fue a recoger una maleta en la que había 35.000 pastillas de éxtasis (MDMA), el mayor alijo de droga incautado en 2015. Ayer, tras el acuerdo de conformidad, el presidente de la de la Sección Primera de la Audiencia Provincial dictó sentencia in voce. Las partes se comprometieron a no recurrir la sentencia, que, por tanto, se considera firme.

El ministerio público reclamaba para el irlandés, que se encontraban en prisión con carácter provisional desde que fue detenido el 31de julio del año pasado, la pena de siete años y cinco meses de cárcel y una multa de 1.124.709,36 euros.

Smith aterrizó en Ibiza el 28 de julio en un vuelo de la compañía Vueling procedente de la capital de Países Bajos. En ese vuelo se perdieron las maletas de numerosos viajeros, entre las que se encontraba la suya. Tres días después, cuando recibió el aviso de que el equipaje de su vuelo había sido recuperado, el irlandés regresó al aeropuerto para recoger la maleta. Los agentes de la Guardia Civil destacados en el aeropuerto de es Codolar le pidieron que la abriera. En el registro encontraron la droga. En concreto, dentro de la maleta había siete bolsas con cerca de 1.750 gramos de pastillas cada una, lo que suma un total de más de 12 kilogramos de MDMA. Las pastillas, según se describe en el escrito de acusación, tenían una pureza de entre el 41,6% y el 53,2%. Todas estos comprimidos habrían alcanzado un valor total de 562.354,68 euros en el mercado negro, según las estimaciones realizadas por el ministerio público. Una vez detenido en las instalaciones aeroportuarias, los agentes de la Guardia Civil registraron el coche de alquiler con el que se había dirigido a recoger la maleta extraviada y encontraron 2.000 euros en efectivo que la acusación pública considera procedentes de la venta de drogas.

A la hora de redactar el escrito de acusación, el ministerio público contempló la circunstancia atenuante de que el detenido «tenía sus facultades volitivas mermadas como consecuencia del consumo de sustancias estupefacientes de tipo estimulante del sistema nervioso central desde que tenía 17 años, lo que le ha generado fragilidad de capacidad de crítica y deficitario control de impulsos».