La juez del Juzgado de lo Penal número 2 de Ibiza, Martina Rodríguez, ha condenado a quince meses de prisión por el delito de amenazas continuadas a una mujer que, cuando tenía 24 años de edad, se hizo pasar por otra mujer en Facebook. En cambio, la juez la absuelve de la acusación de usurpación de identidad porque, aunque se hizo pasar por la otra mujer en Facebook y consiguió engañar absolutamente a algunas de las amistades de su víctima, la ley exige que la suplantación de identidad a través de internet incluya «todas las cualidades de la otra persona» y que esta arrogación «sirva al propósito de sustituir plenamente la personalidad global del afectado».

La condenada creó varios perfiles de Facebook mediante los cuales se hizo pasar con éxito por su víctima, incluyendo una fotografía de la misma. No usó en ninguno de los perfiles el nombre exacto de la mujer suplantada, aunque sí muy parecidos. Además, los diferentes perfiles falsos que creó los empleó «en una o dos ocasiones» cada uno de ellos, de manera que, por este motivo, se razona en la sentencia, no queda acreditada «la permanencia» que exige la ley para poder condenarla por usurpar su identidad.

Las amenazas por las que ha sido condenada a quince meses de cárcel y al pago de una indemnización de 5.000 euros a su víctima, algunas de ellas realmente graves y acompañadas de insultos también muy fuertes, las realizó a través de redes sociales y por teléfono.

Finalmente, la mujer se arrepintió y pidió perdón a su víctima: «Solo keria decirte k la vedad k estoi arrepentida de lo que te e llegado a hacer, yo por una parte te doi las gracias por hacerme darme cuenta de k realmente tengo un probema».

El motivo por que el que adoptó esta actitud fueron los celos. Su expareja comenzó una relación con otra mujer y la acusada ideó un plan con el propósito de «atemorizar, desprestigiar y, desde luego, inquietar a la víctima desde marzo de 2011 a junio de 2012», se explica en el capítulo de hechos probados de la sentencia. A través de los falsos perfiles de Facebook la mujer llegó a escribir a un familiar de su víctima para decirle que su expareja tenía una enfermedad que se contagia a través de las relaciones sexuales. «Mira, no te conozco, pero solo quería avisarte porque es un buen chico y tenemos amigos en común», mintió la acusada.