A los retrasos y cancelaciones de vuelos de los últimos días entre Ibiza y Barcelona, se sumaron ayer dos nuevas anulaciones, que dejaron otra vez a decenas de pasajeros en tierra. Vueling canceló el vuelo de las 19.45 de la Ciudad Condal a Ibiza cuando llevaba ya más de una hora de retraso y después de que los viajeros hubieran pasado entre 20 y 30 minutos embarcados en el avión. Según informó uno de los viajeros, la compañía justificó la anulación del trayecto «por causas meteorológicas», aunque en Barcelona el tiempo era bueno.
En el avión, casi lleno, iban cerca de 200 personas, entre ellas muchas familias con niños que regresaban de pasar unos días de vacaciones a la isla.
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La situación también se repitió en Ibiza, donde después de una larga demora, se comunicó a los pasajeros del trayecto de las 21.35 horas con destino a Barcelona su anulación. Según uno de los afectados, la compañía no les dio «ninguna explicación», aunque otras fuentes afirman que dijeron que el problema estaba en que el avión que los debía transportar venía de Bélgica y no le dejaban salir, al parecer debido al mal tiempo y por problemas originados por la nueva huelga de 36 horas convocada por los controladores franceses.
El pasado lunes los pasajeros de dos vuelos con destino a Ibiza procedentes de Barcelona y Madrid y los de los respectivos viajes de vuelta tuvieron que quedarse en tierra por la cancelación de los trayectos y sufrieron hasta 18 horas de retraso. Vueling justificó los problemas por un accidente en una de las pistas de El Prat, donde «se atravesó» una «avioneta privada», lo que obligó a cerrar dicha pista provocando numerosas demoras a lo largo de la jornada.
