El Govern balear se prepara para su primera remodelación de gabinete. Francina Armengol podría aprovechar la inesperada necesidad de relevar al conseller ibicenco de Territorio y Movilidad, Joan Boned, por razones de salud, para hacer también el cambio más apremiante: el de la consellera de Transparencia y Cultura, la menorquina Esperança Camps, ante los conflictos internos y «la falta de proyecto» en su departamento, según explican fuentes del Ejecutivo balear. Camps pertenece a Més per Menorca, por lo que la sustitución tiene que hacerse de acuerdo con esta formación, que ha de proponer al sustituto o sustituta.

El estado de salud de Joan Boned, que lleva varias semanas hospitalizado en Son Espases a causa de una dolencia coronaria que se ha visto complicada con una infección, se agravó en la última semana y tuvo que ser sometido a una segunda intervención quirúrgica; aunque se halla estable y mejora lentamente, continúa todavía en la Unidad de Cuidados Intensivos. Aunque inicialmente sus competencias han sido delegadas temporalmente entre varios consellers, su estado y la eventualidad de una convalecencia prolongada han obligado a la presidenta a plantearse la posibilidad de relevarle definitivamente.

El PSOE está muy pendiente de cómo evoluciona Boned, pero empieza a asumir que probablemente necesitará dejar la primera línea. Una crisis de gobierno antes del primer año de andadura no entraba en los planes de Francina Armengol, pero las circunstancias sobrevenidas obligan ahora a actuar a la presidenta, si bien la crisis «aún no es inminente» y la emplazan para «las próximas semanas».

Dado que Boned ocupa la ´cuota ibicenca´ en el Govern, Armengol ha garantizado el nombramiento de otro socialista de Ibiza si hay que sustituirle. En ese caso, la mejor situada para entrar en el Ejecutivo sería la actual portavoz del grupo socialista en el Parlament, Pilar Costa, mujer de la máxima confianza de Francina Armengol y con experiencia de gestión, puesto que ya fue consellera del Govern con Francesc Antich y presidenta del Consell de Ibiza. Lo que no está claro es si Costa o la persona que finalmente sustituya a Boned ocupará también la conselleria de Territorio y Movilidad. No se descarta que en la remodelación pudiera haber cambios de conselleries y que el conseller de Presidencia, Marc Pons, pudiera asumir Territorio y el sustituto o sustituta de Boned pasar a Presidencia.

Tensión interna en Cultura

En cuanto al cambio de Esperança Camps, Més per Menorca admite «movimientos» para relevarla, ante el aislamiento que vive en su propio departamento con el resto de altos cargos. La consellera de Participación, Transparencia y Cultura ha perdido sus principales apoyos dentro de su propio partido. Reconducir su delicada situación se ve muy difícil. Por todo ello, la estrategia que gana fuerza pasa en estos momentos por hacer coincidir la salida de Camps con la de Joan Boned.

Desde principios de año la fuerte tensión interna en la conselleria de Camps se intenta aplacar con minicambios en su equipo más directo. Así, está a punto de ser destituida su jefa de gabinete, Àngels Álvarez, tras concluirse que no es el perfil idóneo. Con premura se busca ahora uno «mucho más político», que haga de puente entre la todavía consellera y sus directores generales, con los que prácticamente no se habla.

Uno de los dos asesores de prensa de Camps también está en el punto de mira. Inicialmente estos relevos se antojaban como suficientes para superar el peliagudo trance por el que pasa la menorquina. Sin embargo, al haber aflorado el ingente conflicto que tiene paralizada literalmente Transparencia y Cultura, la permanencia de Esperança Camps en el Ejecutivo «se ha complicado demasiado» y pende de un hilo.

El incendio dentro de la conselleria cogió tanta fuerza que todos sus directores generales tuvieron que viajar a Maó para describirlo en primera persona ante los protectores de Camps: la presidenta del Consell de Menorca, Maite Salord, y el diputado autonómico Nel Martí. Ambos han abierto ahora los ojos y hay una «fina operación con bisturí» en marcha.

Salord, escritora como Camps y de ahí amigas, sería la preferida por Més para sustituirla, pero no cede la presidencia del Consell al PSOE hasta dentro de dos años; la salida de la consellera no puede demorarse tanto tiempo. El director general de Cultura, el también menorquín Jaume Gomila, tiene muchos números, pero no es el único.