­«Ellas son más vulnerables en Internet». Esta es la conclusión principal que extrae la responsable técnica del Cepca, Belén Alvite, de las preguntas sobre intimidad en Internet que la encuesta del programa Sextima planteaba a los estudiantes de 2º y 4º de ESO de las Pitiusas. Y es que, según subraya Alvite, los datos muestran que «ellas han sido víctimas de sexting -envío de mensajes de contenido erótico/sexual a través de Internet- mucho más que ellos», indica.

El estudio, que se divide en cinco bloques, dedica uno a la intimidad en Internet. Además de la vulnerabilidad quedan patentes otras cuestiones: que ellas perciben más el riesgo del sexting, mientras ellos realizan más estas prácticas contra terceros y se sienten menos perjudicados por las mismas.

Del resto de bloques destacan la presencia de los celos y el control en las parejas sobre los que es necesario trabajar para que desaparezcan pues generan conflicto y se basan en el falso concepto de pertenencia a la otra persona. También que 35 de cada 100 padres no habla con sus hijos de sexo y los que lo hacen dan un mensaje diferente a los chicos que a las chicas.

Intimidad en InternetPresionados para realizar comportamientos sexuales

La encuesta revela que el 13,1% de las chicas y el 4,7% de los chicos se han sentido presionados para «realizar comportamientos sexuales (mostrar su cuerpo, hacer vídeos o fotografías sexis, etcétera)» a través de Internet o las redes sociales. Esa presión, en las adolescentes, venía de amigos o conocidos (48,8%), parejas o exparejas (34,7%), conocidos por Internet (21,5%) y desconocidos (13,2%). En el caso de ellos aumentaba el porcentaje de amigos o conocidos (55%), parejas o exparejas (42,5%) y desconocidos (17,5%), y desciende el de alguien conocido a través de Internet (10%).

Asimismo, destaca que el 14% de las chicas dice que han intentado ganarse su confianza por Internet con intenciones sexuales, mientras que en el caso de los chicos el porcentaje desciende al 3,3%

Respecto al envío o publicación de fotos o vídeos suyos de contenido sexual a través de la red o del móvil, solo el 5,1% de los chicos y el 5,8% de las chicas reconoce haberlo hecho.

Sin embargo, en ellos este porcentaje se eleva al preguntarles sobre si han enviado o publicado fotos de terceros: el 9,9% indica haberlo hecho. Eso sí, sobre si se han sentido perjudicados por el envío de las imágenes responden que sí el 2,8% de los adolescentes y el 4,4% de las adolescentes, con lo que ellas siguen sufriendo más estas situaciones.

Precisamente en relación a esto es relevante que el 86,2% de las chicas creen que el sexting implica riesgos, mientras la percepción disminuye en los chicos y solo el 69,1% piensa que es peligroso. Atendiendo a los grupos de edad, el riesgo lo perciben más los alumnos de 4º de ESO, los más mayores, que los de 2º.

Consultados sobre cuáles son los riesgos que encuentran en estas prácticas, los principales son «perder el control sobre la imagen y que se publique en redes sociales, webs, etcétera», con un 42,5%, y «acoso, ciberbullying, extorsión, humillación», con un 31,5%. Solo el 7% menciona pederastia o violaciones; el 6%, denuncias o problemas legales, y el 3,5%, trastornos psicológicos como depresión o suicidio.

Relaciones de parejaEl 70% reconoce los celos como habituales en sus relaciones

En el momento de realizar la encuesta, 402 de los 1.902 chavales indicaron que mantenían una relación de pareja. Atendiendo al género, era el 18,4% de los chicos y el 25,5% de las chicas, y teniendo en cuenta la edad, el 17,9% de alumnos de 2º de ESO y el 27,5% de 4º.

A los 402 que sí apuntaron tener pareja, se les pasó un cuestionario acerca de las actitudes y comportamientos que hay en su relación y, entre otras cuestiones, resalta: el respeto que aparece en ambos géneros; el uso de la comunicación para resolver los problemas; lo generalizados que están los celos y la presencia de algún tipo de control.

Sobre el respeto, el 95,7% de los chavales afirma que su pareja es respetuosa, aunque el porcentaje baja ligeramente hasta el 94,7% en el caso de si ellos son respetuosos con su pareja. Aquí son las chicas las que dicen ser algo menos respetuosas a veces que ellos.

El 55,5% de los chicos y el 56,7% de las chicas quiere «estar todo el tiempo» con su pareja. «Las relaciones son muy inclusivas. Queremos ir al gimnasio juntos, estar en el mismo instituto... Y esto aparece en un porcentaje bastante amplio», dice Alvite. Además, el 5% de los chavales no respeta que su pareja tenga otros amigos o realice otras actividades. «Y en este caso no hemos encontrado diferencias de género. Tanto ellos como ellas reconocen que no respetan que su pareja haga cosas con otra gente», insiste.

Respecto a la resolución de conflictos, Alvite destaca que «el 80% lo hace hablando». «Y es curioso que ahí puntúan más alto los chicos que las chicas. Ellos utilizan el diálogo en mayor proporción, dicho por ellos y dicho por ellas», señala y agrega que eso «contradice lo que se podía creer». Además, los gritos durante los conflictos aparecen «porcentualmente más en las chicas que en los chicos».

Tan solo el 23,7% dice que no es celoso (el 34,2% de los chicos frente al 16,6% de las chicas), de modo que Alvite subraya que «un 70% de ellos reconocen los celos como algo habitual». «Y porcentualmente las chicas son más celosas que los chicos», añade. Exactamente el 30,1% de las chicas dice ser celosa habitualmente y el 53,3%, a veces, mientras los chicos son el 18,7% y el 47,1%, respectivamente.

Para la médico especialista del servicio de Planificación Familiar, Cristina Molina, que las chicas sean más celosas es «normal» ya que «la mujer, dentro del vínculo amoroso, es más leal». Pero Alvite destaca la importancia de trabajar para que los celos desaparezcan, ya que advierte de que son «fuentes de conflicto», vienen generados «por inseguridades personales» y se basan «en un concepto muy falso de pertenencia de la otra persona».

Sobre el control sobre lo que hace la pareja en las redes sociales, el 25,1% lo controla y el 24,8% dice ser controlado. En este caso, son las chicas ejercen más control (30,9% frente a 16,5%) y son más controladas (26,9% frente a 21,7%).

«El control y los celos tienen que ser muy trabajados, porque son dos cosas que crean mucho nivel de ansiedad», dice Alvite, que agrega que además son «los signos de alerta» que les dan a los chavales a la hora de detectar violencia machista.

Su vida sexualApenas un 24,4% de las chicas afirma que lleva preservativo

De los 318 estudiantes (17% de la muestra) que han mantenido relaciones sexuales, la media de personas con quienes lo han hecho es de 2,3 y si en el caso de las chicas era principalmente con sus novios, en el de los chicos aumenta el porcentaje de los amigos. «No hemos detectado relaciones con conocidos por Internet», subraya Molina, que valora este hecho.

Respecto al método anticonceptivo que usan, el elegido por la mayoría es el preservativo masculino, si bien solo el 62,7% afirma usarlo siempre y el 22,8%, casi siempre. En cuanto a por qué no lo usan, las respuestas mayoritarias son que «no lo tenían a su disposición» o piensan «que no se siente el mismo placer». En el caso de los alumnos de 2º de ESO hay un porcentaje significativo que afirma que la causa es el precio. Además, Molina llama la atención sobre los alumnos que creen que la marcha atrás es un método fiable, pues el 38,2% lo utiliza.

El preservativo suelen llevarlo los chicos -solo el 24,4% de ellas dice que lo lleva-, por lo que «hay que incidir» en ello, apostilla, y, por cursos, los de 2º de ESO los llevan más que los de 4º.

En cuanto a la pastilla del día después, el 26,9% de los alumnos ha recurrido a ella alguna vez y la media de uso en los últimos 12 meses es de dos ocasiones. «Eso es bueno, porque hay mitos que dicen que si se la damos no usarán otros métodos», resalta la médico. Por último, la incidencia de infecciones de transmisión sexual es baja, solo ha habido cuatro casos en los últimos 24 meses. «Y el 100% dijeron que sí habían informado a sus parejas», concluye Molina.

Información sobre sexoLos amigos, vía principal, aunque preferirían a expertos

Las principales fuentes de información sobre sexo de los adolescentes son sus amigos, tanto en el caso de las chicas (69,9%) como de los chicos (69,2%), y son ellos a quienes recurren cuando necesitan hablar de estas cuestiones.

Sin embargo, no es de ellos de quienes querrían recibirla (5,8%), sino de profesionales, con un 48,2%. «La información ellos la tienen de los amigos, pero no los valoran como una fuente fiable», comenta Alvite, quien señala que precisamente en las charlas que dan los profesionales en los centros perciben que los chavales «buscan respuestas».

En cuanto a los padres, la experta incide en que de cada 100 familias, 35 no han sacado el tema de la sexualidad con sus hijos. «¿Por qué no?, ¿en qué están pensando?», señala. Y tanto ella como Molina subraya que el sexo debe estar presente «desde pequeños». «Hay que hablar, normalizarlo, porque es importante en la vida», apuntan. De lo contrario, las prácticas de riesgo crecen: «Las peores prácticas y el peor uso de métodos anticonceptivos se da en chicos que no han hablado con sus familias», sostiene Alvite.

Así lo recoge la encuesta, en la que los chavales indican que si no han hablado con sus padres es porque no ha surgido el tema, porque no se sienten cómodos o porque no creen que sea necesario hacerlo.

Quienes sí han recibido información de ellos explican que esta ha sido sobre métodos anticonceptivos, prevención de infecciones de transmisión sexual, necesidades afectivas y sexuales o retraso de las relaciones.

Según Alvite, en esto todavía existe una «gran diferencia de género» a la hora de abordarlo, ya que, por ejemplo, de retrasar las relaciones sexuales hablan más con las hijas.

Además, llama la atención que el 27,5% de los chicos, sobre todo, y el 4,4% de las chicas reconocen usar la pornografía como fuente de información. «Y esto causa daños especialmente graves en individuos sin educación afectivo-sexual porque la distorsión es importante», sostiene la responsable del Cepca.

Con todo, los adolescentes piensan que la información sobre sexo que tienen es «suficiente», aunque ellos se muestran más seguros de ello. Sin embargo, «los datos dicen que [esta información] no es suficiente» en realidad, pues aunque el 96,3% reconoce que existen riesgos en practicar relaciones sexuales sin protección, «no saben diferenciar por ejemplo entre métodos de prevención de ITS o anticonceptivos», dice Alvite. «Eligen mal los métodos, por eso intentamos que siempre usen un doble método», comenta, y agrega que esto se debe también al hecho de que hay muchos cambios de pareja a estas edades.

En cuanto a las infecciones de transmisión sexual, reconocen de forma mayoritaria el VIH, si bien Alvite resalta que hay porcentajes significativos de estudiantes que confunden las vías de transmisión e identifican como tales el sudor, usar baños públicos, compartir cubiertos o los mosquitos.

Actitudes ante el sexoLos roles de los adolescentes, como los estereotipos antiguos

Al analizar sus actitudes y valores ante distintas cuestiones relacionadas con el sexo, hay diferencias de género que muestran que «los roles asignados a lo masculino y lo femenino continúan pareciéndose a estereotipos» que se daban por superados, dice la encuesta.

El 46,5% de las chicas cree que hay que estar enamorada para tener una relación sexual, frente al 24,2% de los chicos; el 22% de los adolescentes piensa que para que la relación sea satisfactoria debe existir penetración, frente al 12,5% de ellas; y mientras al 20,1% de los chicos y al 43,3% de las chicas les produce rechazo un chico que tiene relaciones con muchas chicas, al contrario les sucede al 29,6% de los chicos y al 39,3% de los estudiantes.

Apenas un 3,5% de los adolescentes prefiere estar bebidos o fumados para tener relaciones -algo que Alvite subraya como muy positivo, pues además son pocos los que se encuentran en este estado al mantenerlas, pese a lo que se podía pensar en un principio-, y si bien el 69,6% ve normal que los chicos se masturben, solo el 49,8% opina lo mismo de las chicas.

Asimismo, son más los chicos a quienes les gustaría tener relaciones con muchas personas diferentes y los que tendrían relaciones con alguien a quien acaban de conocer.

El 23,1% de los chicos y el 8,1% de las chicas tendría una relación sin preservativo si surgiera la oportunidad y un 43,1% no sabe si la marcha atrás es un método eficaz para evitar el embarazo.