Entre la sucesión de acantilados de Cap Martinet y Cala Roja, protegiendo la ensenada en su lado sur, es Frares de Cap Martinet se adentran en el mar configurando una de las más singulares formaciones rocosas que pueden encontrarse en unas islas en las que no escasean ni los cabos ni los acantilados espectaculares. Es la punta más afilada de Cap Martinet y un lugar que cautiva a muchos fotógrafos, aunque pocos conocen el nombre de esa entrada en el mar que, desde el aire, tiene cierta forma de palo de golf o de hockey, y, en tierra, destaca por el relieve vertical de sus formas erosionadas por viento, agua y sal.

Para encontrar su nombre, que tampoco aparece en los mapas, hay que recurrir a los expertos en toponimia isleña, a aquellos que dan importancia al trabajo de descubrir y recordar los nombres de la toponimia pitiusa antes de que la evolución lingüística de unas islas en las que los nombres populares tienden a menudo a desaparecer los relegue al olvido. En el libro 'Cinc aportacions a la toponimia de les Pitiüses', en el capítulo sobre la costa de Jesús, que firma Maurici Cuesta, se cita al Archiduque Luis Salvador para encontrar un nombre para tal formación rocosa. El aristócrata austríaco, que nos ha legado una de las más fidedignas descripciones de las islas en el siglo XIX, hace referencia a «los frailes de Martinet» (de su obra 'Las Antiguas Pityusas'), aunque en su reseña no queda bien delimitada su ubicación concreta. El filólogo y profesor Enric Ribes, que ha dedicado buena parte de sus investigaciones a la toponimia, apunta que es Frares también son conocidos como es Picatxos de Cap Martinet.

El topónimo de este curioso cabo es tan poco conocido que ni siquiera aparece en la Enciclopèdia d'Eivissa i Formentera. Sí aparecen otras formaciones que reciben similar nombre, como la roca de es Frare, al oeste de s'Espartar, o las rocas situadas bajo es Cap des Llibrell. E incluso se cita el torrent d'en Frare y se señala que el baluarte de Santa Llúcia también era conocido como el baluarte des Frares.