­El proyecto ganador del concurso de ideas para acabar de una vez por todas el parador que se construye desde hace años en el Castillo de Ibiza pivota sobre tres ejes, fundamentalmente: la construcción del aparcamiento extramuros y el acceso mediante ascensores; la actuación sobre la Casa del Gobernador, y el plan museístico para engarzar los importantes restos arqueológicos hallados durante los trabajos en el futuro establecimiento turístico.

En la memoria de este proyecto, cuya redacción se ha prolongado durante años y ha necesitado de la intervención de varios alcaldes y diputados, entre ellos el popular Enrique Fajarnés en el último tramo y ante el bloqueo que ha sufrido el proyecto en la última legislatura, se explican los detalles de una idea basada en el respeto al patrimonio y la necesidad de que las nuevas infraestructuras que se creen «pertenezcan también a la ciudad en su conjunto revirtiendo en el bien común».

El aparcamiento

El edificio se desarrolla al pie de los baluartes de Sant Jordi y San Bernardo en tres plantas escalonadas recordando a las tradicionales terrazas de cultivo ibicencas. «Se cumple con toda precisión el número de plazas exigido (40, pero que sería fácilmente ampliable alargando la pieza, si fuera necesario)». Y habrá dos plantas bajo rasante «destinadas exclusivamente a aparcamiento utilizables solo por personal del hotel, y la baja destinada a recepción de clientes, mercancías y servicios anexos, que dispone además de una entreplanta».

El funcionamiento de este parking, se apunta en la memoria, es «sencillo: el cliente entrará con un recorrido horizontal (no de rampa de garaje) hasta un espacio interior de recepción abierto a las vistas al mar donde dejarán su vehículo sin tener que llevarlo personalmente al aparcamiento».

Allí serán atendidos por personal del hotel «que aparcará su coche en las plantas inferiores (utilizando dos monta-coches en vez de rampa) y serán trasladados en buggy eléctrico a través del túnel hasta los ascensores que ascienden directamente a la recepción del parador».

Al acortar el recorrido del túnel, llegando únicamente hasta el edificio Poulet sur, «liberamos tanto la cisterna bajo la Casa del Gobernador como los restos arqueológicos en el Patio de Armas (a la vez que eliminamos su coste de ejecución», se explica en la memoria, que añade con respecto a los accesos desde el parking: «El núcleo principal consta de tres ascensores, dos para uso del hotel y uno para uso público [...] y un sistema de evacuación neumática de basuras» procedentes del uso turístico del parador.

Los dos primeros elevadores acceden a la planta baja, donde se situará la nueva recepción del hotel «para comodidad de los clientes».

El ascensor público «desembarca también en planta sótano, en el centro de interpretación propuesto donde se inicia el itinerario museístico de las ruinas aparecidas en el Castillo, permitiendo además el acceso al paseo de ronda».

Casa del Gobernador

«Reutilizar todos los elementos arquitectónicos originales existentes y hoy desmontados (arcos y pilares de piedra, escudo, ventana geminada) y recuperar la forma original del patio». La propuesta es clara y limita las demoliciones a «lo estrictamente necesario». Además, prevé aprovechar «sobre todo la cimentación de micropilotes sobre las ruinas donde se interviene».

La recuperación del patio original permite aumentar la superficie de las habitaciones. El nuevo patio «se convierte [...] en pieza museizable por sí misma y no solo por las ruinas aparecidas en la planta baja». Los autores persiguen que los elementos recuperados «vuelvan a desempeñar, como históricamente, su papel constructivo, estructural y funcional; es decir, arquitectónico».

La idea recupera la forma rectangular original del trazado de planta; desaparecen las «galerías añadidas artificialmente en los lados este y norte y se recupera la ´pasarela´ (balaustrada de comunicación) que unía las fachadas oeste y este a través del arco apuntado gótico de la fachada oeste, y se recuperan formalmente las cuatro fachadas».

Plan museístico

En el plan ganador se ha diseñado «un plan museístico que se integre en el conjunto de equipamientos culturales» de Dalt Vila, «aprovechando y potenciando las sinergias que genera resolver su históricamente difícil accesibilidad topográfica».

De esta manera, proyectan un centro de interpretación «donde se realice el control e información a los visitantes y se coordine con el parador la organización de visitas». Sería el «lugar de encuentro y punto de inicio del circuito arqueológico» y el «zaguán de acceso del ascensor público que comunica con el nuevo parque y aparcamientos públicos situados a pie de muralla».

El centro de interpretación sería una «nueva excavación arqueológica bajo el edificio Poulet sur hasta la cota del paseo de ronda» y tendrá acceso directo y público desde el paseo y los ascensores.

Para facilitar el acceso a esta zona invitan a crear una «nueva línea de autobús urbano que comunique la estación marítima del puerto [no matizan cuál] con el nuevo Pinar del Calvario, base del nuevo acceso al centro de interpretación, punto más elevado de Dalt Vila». Este centro «se verá así convertido en el inicio de un recorrido turístico descendente a través del casco histórico o a través del paseo de ronda».

El objetivo de este circuito arqueológico es «ampliar los espacios visitables por el público».