Los técnicos del Consorcio para la Recuperación de la Fauna de las Illes Balears (Cofib) abatieron el domingo cuatro cabras en es Vedrà y aún quedan otras tres, que serán sacrificadas en los próximos días, informó ayer la conselleria balear de Medio Ambiente.

El pasado día 4 el Cofib llevó a cabo el sacrificio de la mayor parte de las cabras que había en el islote, entre 37 y 45, y que, según los estudios de impacto ambiental llevados a cabo por diversos especialistas, estaban acabando con la vegetación del peñón, que es Reserva Natural y uno de los espacios de mayor relevancia botánica de Balears, ya que cuenta con 12 especies endémicas y 11 de gran interés florístico y biogeográfico.

Medio Ambiente recordó ayer que la actuación que los técnicos emprendieron el día 4 estaba pensada para ser llevada a cabo a lo largo de tres jornadas, ya que se trata de una operación muy complicada debido a la escarpada orografía del peñón. La misma mañana del día 4 la conselleria advirtió de que al día siguiente los técnicos tenían pensado regresar al islote para comprobar que no habían quedado cabras escondidas en los recovecos de los riscos o en cuevas, pero a causa del mal tiempo, señaló la conselleria, no regresaron hasta el pasado domingo. Comprobaron que quedaban siete. Ese mismo día uno de los dueños del islote, el vedraner Pep Ferrer, advirtió de que al menos quedaban cinco. Los técnicos lograron el domingo abatir cuatro y esperan poder acabar pronto con las tres que quedan.

«Esto es algo que forma parte de las previsiones, porque sabíamos que la actuación era complicada y que había trabajo para más de un día [estaba prevista para tres], por lo que nunca dijimos que tuviéramos la certeza de que se hubiera acabado con todas las cabras, ya que es muy difícil asegurarlo al cien por cien», dijo la directora general de Espacios Naturales y Biodiversidad del Govern balear, Caterina Amengual. «Nos reafirmamos en el tipo de actuación que hemos previsto para es Vedrà, puesto que cualquier intento de sacar las cabras vivas del islote pone en riesgo a las personas que llevan a cabo esta actuación», añadió.

La conselleria también incidió ayer en que el ganadero ibicenco que se ofreció para acoger las chivas «no tiene la explotación ganadera en regla y por eso no se contó con él».

En consecuencia, señaló la conselleria, el Govern balear sigue sin plantearse otra posibilidad diferente a la de abatir las cabras con armas de fuego y dejar los cuerpos en el peñón.

Pese a que, con el fin de preservar el equilibrio ecológico en las zonas protegidas, el Govern balear lleva a cabo casi todos los años sacrificios de miles de cabras, principalmente en la Serra de Tramuntana, en el norte de Mallorca, la actuación de es Vedrà ha levantado muchas críticas, principalmente de asociaciones protectoras de animales y de los dueños del islote, a quienes el Ejecutivo balear ha conminado en varias ocasiones a retirar las chivas del peñón. En octubre de 2015 el Govern les remitió una carta en la que les preguntaba si las cabras eran suyas y que, en caso afirmativo, se encargarán de retirarlas, ya que el Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) de Cala d´Hort, Cap Llentrisca y sa Talaia, aprobado en 2002, prohíbe la introducción y el mantenimiento en los islotes de cabras, conejos y otras especies que pongan en riesgo la conservación de las comunidades vegetales. Respondieron que las cabras no eran suyas, por lo que el Govern balear decidió actuar de forma subsidiaria. El pasado día 13 numerosas asociaciones pro derechos de los animales convocaron una manifestación de protesta por el sacrificio de estas cabras en la que participaron unas 500 personas.