El catedrático de Zoología de la Universidad de Salamanca, Valentín Pérez Mellado, experto en las lagartijas que pueblan los islotes de las Pitiusas considera «preocupante, dramático, una amenaza de primer orden» que el 57% de la dieta de las culebras de herradura se base en las Podarcis pityusensis. A juicio del catedrático, que ha realizado innumerables estudios sobre el endemismo pitiuso, «esos bichos [las culebras] no deben de estar allí, son una amenaza» para las lagartijas de la isla.

Pérez explicó ayer que la lagartija ibicenca tiene mecanismos desarrollados para responder a la posibilidad de que haya un depredador, tal como ha comprobado en algunos estudios realizados en Ibiza: «Se defenderá, tiene esa capacidad. Pero la culebra de herradura es un depredador alóctono, un animal introducido. El problema no es que la lagartija de Ibiza sea vulnerable, sino que es muy abundante ahora en la isla principal. Y como es muy abundante, es una presa preferencial para esa serpiente».

Aún «es más preocupante que esos bichos acaben colonizando los islotes. Podría ser trágico, por ejemplo si llegan a sa Bleda Plana», advierte, pues allí, como sucede en otros pequeños islotes de las Reservas Naturales, la subespecie que la habita no es muy abundante, amén de los estragos que podrían causar entre las crías de las aves que anidan en sus cuevas.

Las serpientes están asentándose poco a poco por toda la isla. Durante el año 2015 fueron recogidos 322 ofidios, de los que 296 (el 92%) eran de herradura y solo 20 eran de escalera, según se recoge en la memoria de 2015 del ´Proyecto piloto de control de ofidios en Ibiza´, cuyos datos «confirman la expansión lenta y progresiva» de la culebra de herradura en esta isla.