Las vacaciones en Ibiza para treinta pensionistas de Murcia empezaron ayer con un motín en el autobús de casi tres horas: cuando descubrieron que les habían llevado al hotel Coral Beach, en es Canar, en lugar de al Tres Torres, que era el que habían contratado, decidieron quedarse sentados y no apearse, ya que consideraban que la empresa Mundiplan les había engañado. Una patrulla de la Policía Local de Santa Eulària con dos agentes y el jefe de servicio acudieron al lugar poco antes de la una de la tarde al recibir el aviso del 112 para intentar mediar y apaciguar los ánimos, pero no fue tarea fácil. De hecho, los policías no consiguieron convencer a los viajeros para que abandonaran el vehículo. También se desplazó la Guardia Civil, pero los agentes solo estuvieron entre 10 y 15 minutos, ya que dijeron que tenían que atender un aviso urgente, según relata uno de los pensionistas, Pedro Antonio Navarro.

Los turistas consideraban que la empresa no podía cambiarles del hotel que habían contratado, el Tres Torres (de cuatro estrellas), a otro de categoría inferior (el Coral Beach, de tres estrellas), sino a otro de igual o superior categoría. Además, criticaban que no les habían informado en el aeropuerto del cambio y que se habían enterado al llegar al destino. La representante de la empresa, Mundiplan, les explicó que no era posible alojarles en el hotel Tres Torres porque estaba lleno, por lo que tenían que pasar su semana de vacaciones en el Coral Beach.

«Ha sido un engaño», se queja indignado Pedro Antonio Navarro, de 64 años, que ha viajado a Ibiza junto a su esposa y otras tres parejas.

Navarro calcula que estuvieron en el autocar sin querer bajar durante casi tres horas, hasta las tres menos cuarto de la tarde, cuando el hambre, la sed y el cansancio hicieron mella en los viajeros, que decidieron ceder y dejar la protesta. Un factor decisivo para poner fin al motín fue que a las tres se cerraba el bufet del restaurante y o bajaban o se quedaban sin comer. «Había una chica diabética que tenía que comer, otros tenían sed... Nos decían que no había otro hotel. Así que hemos bajado», relata Navarro con cierta resignación.

«Pues no nos bajamos»

¿De quién fue la idea de atrincherarse en el autocar? Navarro no sabe decir de quién, alguien la propuso cuando descubrieron indignados que no les habían llevado al hotel acordado y los demás la aplaudieron: «Uno ha dicho ´pues no nos bajamos´ y los demás hemos dicho, ´pues eso´». Los viajeros llegaron al hotel sobre las doce y no abandonaron del autobús hasta las tres menos cuarto, casi tres horas después.

Los turistas estarán en Ibiza una semana. Es la primera vez que Navarro viaja a la isla. El año pasado estuvo en Menorca, de donde habla maravillas. Este pensionista aclara que no tiene nada en contra del hotel Coral Beach -«lo mismo es mejor que otro de más categoría», puntualiza-, pero le indigna que no les hayan informado antes del cambio de las condiciones de su viaje. «El problema es la forma como han hecho las cosas», concluye mientras descansa en el hotel, después del sofocón, viendo un espectáculo de los animadores.

Un portavoz del Ayuntamiento confirmó que tres agentes de la Policía Local acudieron al hotel Coral Beach antes de la una y permanecieron allí hasta las tres de la tarde. Los agentes trataron de mediar para calmar los ánimos y que al menos los turistas bajaran del autocar y el conductor pudiera irse, puesto que era de otra empresa. «Decían que no se bajaban del autobús porque habían contratado otro hotel, pero la guía decía que era imposible llevarles al otro porque estaba lleno», confirma el portavoz municipal.

Los agentes identificaron a la guía y a los pasajeros, por si posteriormente se presenta alguna denuncia (por ejemplo, por parte de la empresa propietaria del autocar) y es necesario saber qué personas estaban implicadas en el conflicto.