Aunque la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) sólo registra los días de bruma en el aeropuerto de es Codolar, esos únicos datos ya indican que el año 2015 fue más nebuloso que la media, puesto que se contabilizaron doce días de niebla frente a los 4,5 que, como media, se anotan cada año. Los datos los aporta Bernat Amengual, portavoz de la Aemet en Balears, que reconoce que «probablemente, el aeropuerto sea el lugar de la isla que menos niebla registra», pero los datos de la estación pueden suponer, al menos, un buen indicador de que los días brumosos han aumentado en las Pitiüses. Mientras, sin embargo, los días de lluvia disminuyen y las predicciones meteorológicas hasta finales de febrero no son alentadoras: pocas precipitaciones y temperaturas más altas de lo normal.

Uno de los días más nublados, en los que la bruma cubrió la isla de Ibiza casi por completo y convirtió el puerto de Vila y los muelles pesqueros en el escenario perfecto para una novela de misterio, fue el pasado 19 de diciembre. La niebla fue de tal intensidad que llegado el mediodía aún cubría buena parte de los estanques de ses Salines y la costa sur y faros y balizas seguían emitiendo sus señales de niebla, con sus luces encendidas. La baliza de es Muro, por ejemplo, mostraba encendida una luz roja, que según algunos expertos, es la que mejor atraviesa la niebla, aunque el farero de las Pitiüses Santi Ribas señala que no se tiene en cuenta el color de la señal luminosa y que lo importante es que suenen las sirenas cuando la bruma pone en riesgo la navegación.

Densas nieblas

Y la niebla, que se disipó al mediodía, regresó al atardecer cubriendo de nuevo la ciudad durante la noche. Varios vuelos fueron cancelados y desviados a otros aeropuertos durante esa jornada, y el resto sufrieron retrasos. «La situación anticiclónica que tuvimos casi todo el mes de diciembre propició el aumento de los días de niebla», explica Bernat Amengual, que señala que ese mes en concreto, sólo en el aeropuerto se contabilizaron seis días de niebla. Y esa cifra de diciembre es la que explica el aumento de una media de 4,5 días de bruma al año a los 12 registrados en 2015. En enero del pasado año, los datos que guarda la Aemet, indican que hubo dos días de niebla, otros dos en febrero, uno en mayo y otro en noviembre (hay que recordar que sólo se tienen registros de es Codolar, no del resto de la isla).

Más humedad

El año 2016 también ha empezado con intensas nieblas sobre Ibiza. Durante la última semana de enero, principalmente, los valles de Morna y Corona se han visto cubiertos por brumas desde primeras horas de la mañana, aunque éstas no se han prolongado durante tantas horas como ocurrió el día 19 de diciembre y se habían disipado por completo a media mañana.

Los días de niebla -un fenómeno que básicamente se trata de pequeñas gotas de agua en suspensión, demasiado pequeñas para afectarles la ley de la gravedad- implican que la humedad en la isla alcanza un porcentaje del cien por cien. Tal nivel de humedad no es extraordinario, y aunque no palía los efectos de la severa sequía que afecta en estos momentos a la isla, supone un aporte de agua que aprovechan al menos plantas y animales; la niebla intensa conlleva también rosadas generosas.