­El presidente de la Asociación de Restauración de la Petita i Mitjana Empresa d´Eivissa y Formentera (Pimeef), Juan Riera, lamenta que sólo un 3 por ciento de los establecimientos de la isla incumplan la ley de información sobre alérgenos, como afirmó una experta el pasado viernes en una conferencia en el Club Diario. Riera afirmó: «Hemos trabajado mucho para hacer la carta y poner los símbolos. Hay que tenerlo como Dios manda». En este sentido, reconoció que hay que «apretar las clavijas» para que todos cumplan la normativa.

El presidente explica que, en vista de la situación, la asociación recordará a los empresarios, a través de Pimeef, que deben adaptar sus cartas y sus cocinas a la normativa, de obligado cumplimiento en la Unión Europea. «Si tienen alguna duda o no saben qué tienen que hacer, que acudan a la asociación», aconseja Riera, que muestra la carta de su restaurante en la que, por ejemplo, junto al «arroz negro» aparecen tres símbolos: pescados, crustáceos y moluscos.

El portavoz de los restauradores reconoce «la problemática» que supone adaptarse a la normativa europea, que entró en vigor en diciembre de 2014. «Es un cacao para el empresario», afirmó Riera, que resaltó la dificultad, por ejemplo, de indicar los ingredientes que pueden causar alergia cuando las cartas se cambian cada día, en función del producto que haya.

El portavoz pide a los empresarios que no minimicen la importancia de la normativa, que recordó que se ha puesto en marcha debido al incremento del número de personas que sufren alergias alimentarias y de las fatales consecuencias que puede tener la ingesta de un producto que no pueden tolerar. «Puede ser un problema grave», insistió. Riera recordó, por ejemplo, un caso que tuvo en su restaurante hace años: «Un cliente se comió una gamba y en quince minutos tenía los labios completamente hinchados».

Riera, sin embargo, considera que una buena manera de evitar problemas es colocar un cartel bien visible en el establecimiento en el que se indique que si alguien tiene una alergia, se lo comunique al personal. Más que nada porque puede ser alérgico a un producto que no esté incluido en los 14 de declaración obligatoria. «Como el tomate», apunta. «Si la carta no tiene símbolos, que pregunten qué tiene cada plato y que, cuando le tomen la comanda, especifique qué alimentos no puede consumir», añade el portavoz, quien, sin embargo, reconoce que hay muchos establecimientos en los que ni los camareros ni incluso el propietario conocen los ingredientes que lleva cada plato. «Hay sitios en los que sólo lo sabe el cocinero», añade Riera, que destaca la falta de «profesionalización» de algunos establecimientos de hostelería.

El presidente de la asociación insistió en las consecuencias de no cumplir la ley: hasta 600.000 euros de multa y condenas penales: «Es un problema grave en el que no me gustaría encontrarme». Riera explica, además, que los símbolos en las cartas sirven para alertar a un posible cliente alérgico a los lácteos de la existencia de leche, nata o yogur en platos cuyas recetas tradicionales no los incluyen.

La normativa europea afecta también a las cocinas y comedores de los hoteles, sin embargo, la Federación Hotelera de Ibiza y Formentera prefirió no hablar sobre este tema.