El Ayuntamiento de Ibiza tiene la intención de prohibir la actividad de los relaciones públicas de las terrazas del puerto. Después de recoger innumerables quejas durante el pasado verano por la actitud excesivamente avasalladora de muchos de los también denominados ´tiqueteros´ y tras constatar que la autorregulación que se intentó durante el anterior mandato del PP hace aguas por todas partes, los actuales gestores del municipio han optado por atajar de raíz el problema. Lo harán prohibiendo la figura del ´agente de publicidad dinámica´, que hasta ahora amparaba esta actividad, como adelanta el teniente de alcalde de Vila, Alfonso Molina, que dice contar con el beneplácito de vecinos, comerciantes y propietarios de los bares afectados, a los que ya se ha informado de sus intenciones.

El Consistorio estudia cuál es la vía jurídica más adecuada para implantar esta prohibición. En concreto, se baraja si hacerlo «por la vía de derogar la actual ordenanza de publicidad dinámica» e incorporar a la revisión de la ordenanza de publicidad, actualmente en curso, el veto a la actividad de los relaciones públicas.

Molina asegura que, sea cual sea el camino elegido, estos ´ganchos publicitarios´ quedarán proscritos ya el próximo verano. La intención del equipo de gobierno es aprobar la nueva ordenanza de publicidad en el pleno de febrero, dentro de un mes. Con lo cual, y tras el periodo de exposición pública y el estudio de alegaciones que se pudieran presentar, habría «tiempo de sobra» para que se empezara a aplicar antes de la temporada alta en la isla.

El teniente de alcalde asegura que se ha constatado el fracaso del intento de que las terrazas se autorregularan, «que es lo que se buscaba con la ordenanza que existía». En el anterior mandato se pactó un relaciones públicas por local y que estos no salieran de un determinado perímetro para buscar clientes, pero los incumplimientos hicieron que cualquier compromiso quedara en nada.

Molina cree que hasta los propietarios de los locales que compiten por atraer a clientes a sus terrazas con los ´agentes de publicidad dinámica´ están de acuerdo en que la situación a la que se ha llegado «perjudica la imagen general del puerto».

Detener la «escalada»

Cada noche de verano se vive «una escalada bélica» en la que a la Administración municipal le toca ahora poner orden: «Hasta aquí podemos llegar, que no salgan a la calle a buscar gente, que no interrumpan el tránsito amable de la gente y que no hagan una publicidad agresiva. Si no sabemos, no lo hacemos», reflexiona el teniente de alcalde, que recuerda que este año se han recogido «innumerables quejas por el mal funcionamiento de la regulación». Y no solo quejas, este verano se han impuesto sanciones a varios propietarios del puerto después de la inspección del local y tras constatar que no se respetaba la normativa.

Por otra parte, la ordenanza de publicidad se revisa también para regular nuevos soportes como las pantallas de LED o los dirigibles. Según Molina, la norma actualizada planteará una reducción de soportes «para que la publicidad sea algo amable, que no traspase límites que pueden resultar molestos» para los ciudadanos.