Las obras del nuevo acceso a Jesús se podrán retomar después de completar la excavación de la villa romana hallada a principios de este mes, según informó ayer la consellera de Movilidad, Pepa Marí. Esta pausa obligada mientras los arqueólogos valoraban la importancia de los restos ha supuesto «un retraso de entre tres y cuatro semanas» al ritmo previsto en los trabajos, añadió la consellera.

Tras este estudio arqueológico, se ha optado por catalogar el yacimiento, cubrirlo con geotextil para su protección y taparlo luego para seguir con la obra tal como estaba programada. El conseller de Patrimonio, David Ribas, por su parte, no pudo precisar si la villa púnico-romana, que estuvo en uso durante ocho siglos -hasta el VI d.C.- se dedicaba a la producción de aceite o vino, aunque la mayoría de indicios apuntan a esta segunda posibilidad, sobre todo debido a la importancia de la producción de caldos de la isla en época romana y a que el aceite que se producía en la isla se destinaba principalmente a consumo doméstico.

Ribas añadió que en este tipo de trabajos se trata de interferir lo mínimo con la marcha previstas de las obras y que en este caso, a pesar de que la villa «tiene una cierta importancia», la carretera prevista «solo puede pasar por allí», por lo que se ha decidido documentar el hallazgo y protegerlo antes de quede cubierto por el asfalto.